El Betis no termina de recuperar el tono.
El triunfo frente al Cáceres sirve para respirar y mantener un colchón de cuatro victorias, pero
debe abrir una puerta a la reflexión.
Los de Curro Segura desenchufaron sus conexiones por momentos, mostraron problemas
en el rebote (30/34) y desajustes defensivos, permitiendo al colista atosigarle. Stainbrook, Obi y Bropleh salvaron en esta ocasión los muebles de la casa sevillana. Mientras,
Marcius demostró que no está al nivel deseado.
El técnico nazarí dispuso de inicio
un quinteto diferente (Rodríguez, Dee, Bropleh, Tunde y Malmanis), quizá un toque de atención ante la catástrofe que vivió en Bilbao.
El primer cuarto fue de tanteo. Como hizo El Prat, los extremeños imprimieron un ritmo lento para cercar sus opciones: ataques largos, intercambios de golpes... Sabían que no había otra forma de intentar asaltar el fortín de la LEB Oro.
Las imágenes Betis Baloncesto-CáceresRakocevic y Huff tomaron la iniciativa en el Cáceres ante
un Betis incómodo y fallón (8-10). Lo hicieron de tres en tres. Desde el baquillo, Segura presenció el áspero comienzo de sus jugadores e inmediatamente echó mano de las rotaciones. Dee, desde la Torre del Oro, dio un leve respiro a los locales (15-13). El escolta americano fue artífice, junto a Stainbrook y Obi, de un parcial de 7-0, que puso
un 22-17 al cierre del primer cuarto.
Almazán, fuera de combate, elevó la renta bética hasta el +7 nada más arrancar el segundo 'round' (24-17). Aunque Huff sostuvo a los suyos, Obi llevó la ventaja local hasta el nivel psicológico del +10 (30-20), con el Betis presionando a toda cancha, pero inseguro. Con los hispalenses perdonando y fallando bajo aros, el Cáceres construyó silenciosamente un 2-9 (34-29). Segura paró el choque para desgañitarse pidiendo "intensidad". Mazurczak con acierto y gran circulación de balón dejó el partido completamente abierto, y a su favor, antes del descanso (42-38). El Cáceres, combativo,
le estaba sacando los colores al líder.
El Betis estaba obligado a trabajar, y mucho, ante un rival que superaba el 60% de acierto en triples (10/17), consciente de su debilidad interior. Una clave que le permitió a Roberto Blanco mantener la fe en un pabellón del nivel de San Pablo. Rakocevic volvió a avergonzar a los locales (46-45) a golpe de triples; mientras Stainbrook y Chol disputaron un duelo de zurdos en la pintura, que se apuntó el verdiblanco. Con serios problemas desde el exterior, fue el pívot de Ohio quien mantuvo las tímidas ventajas béticas (54-50). Un tiro lejano de Borg sobre la bocina dejó un poco de aire antes de la hora de la verdad (58-54). Cáceres no tenía absolutamente nada que perder ante un Betis desordenado y flojo.
Bropleh aprovechó varios errores defensivos, entre ellos del excajista Guillermo Corrales, para anotar siete puntos seguidos y abrir hueco (67-56). Obcecados los cacereños, el líder comenzó a romper el partido tras un parcial de 12-2. Al Betis empezó a entrarle todo lo que anteriormente había escupido el hierro (70-56). El Cáceres bajó su acierto desde el 6,75, dando paso a la lógica.
Con un +15 como máximo premio (73-58), Huff y Parejo se negaron a bajar los brazos (75-65).
Dani Rodríguez tiró de veteranía y calma, dejando las precipitaciones a cuenta de su rival, cerrando, con cabeza fría, la victoria.