El Valencia CF de Carlos Corberán comienza el 2025 cargado de retos. Y es que, de hecho, se espera éste como el año de la venta de Peter Lim, después de una década para olvidar al frente de la entidad de Mestalla. Para ello, la salvación se antoja obligada, estando ahora en manos de Corberán.
El nuevo técnico del Valencia CF sabe lo que se le avecina, de ahí que ha comenzado con mano dura y tratando de demostrar que tiene controlada la difícil situación. Todo lo contrario que el ya destituido Pipo Baraja. Por ello, el técnico valenciano arribó con la báscula e imponiendo sus ideas sobre el césped. Buena de ello, que el primer equipo valencianista se entrenara el último día del año y haga lo propio hoy, 1 de enero de 2025. De hecho, están citados todos a las 11:30 horas en Paterna. Este viernes 3 espera el Real Madrid en el partido aplazado por la DANA, y no habría mejor inicio de la 'Era Corberán' que ganándole a los blancos.
Ya ha comenzado a redactar los documentos de venta Peter Lim, de ahí que muchos se atrevan, incluso, a hacer una lista de posibles compradores. Hablar de nombres a día de hoy se antoja irrisorio. Más teniendo en cuenta que el empresario singapurense solicita más de 400 millones de euros por sus acciones del Valencia CF.
Refinanciada la deuda valencianista gracias a Goldman Sachs y reactivado el Nuevo Mestalla, todo se antoja más sencillo para este 2025, como todos desean en la Capital del Turia. Sin embargo, eso será totalmente imposible; al menos en las cifras que baraja Lim, si el Valencia CF desciende a Segunda. De ahí la inversión en el entrenador y los fichajes prometidos para enero.
Otro reto para Corberán, el de los fichajes. Un lateral derecho -que parece ser que será Freneda-, un central que mejore lo que hay y un delantero que aporte gol son las exigencias del nuevo técnico a Corona. Sin embargo, tan sólo hay un millón para todo ello. Complicado cuanto menos, pero necesario; tiene mucho trabajo pendiente Corona. Sin permanencia no hay venta, aseguran voces autorizadas a este diario.
Y es que el gran enemigo del nuevo comprador del Valencia está, irónicamente, en Mestalla. Este mismo viernes, sin ir más lejos, varios colectivos valencinistas abogan por unas gradas sin público ni animación ante el Real Madrid, como clara evidencia del malestar contra la propiedad. Un flaco favor para un Valencia CF en caída libre que se aferra al milagro de Corberán para darle la vuelta a la tortilla. El propio Tebas ya lo advirtió semanas atrás: “No voy a decir mis conversaciones con PETER LIM con el Valencia. Cualquier club se puede vender. Lo que no puede hacerse es obligar a vender. Eso perjudica porque ahuyenta a los compradores, ya que piensan que si va mal una temporada se le echan 30000 personas encima”