Cuando
Askia Booker pisó Sevilla para fichar por el Betis Baloncesto, fue recibido con una mezcla de expectación y pesimismo. Expectación por su rendimiento en la G-League y por su condición de jugador que compite contra los filiales de equipos de la NBA. Pesimismo por su anterior experiencia europea, con dos meses en el Arkadikos griegos, disputando solo dos partidos.
No obstante, en su primer partido como verdiblanco empezó a mostrar sus credenciales y a profundizar en su juego, descrito como veloz, ágil y con capacidad para anotar y asistir. Anotó
20 puntos en 27 minutos en su debut ante el Joventut y fue clave para conseguir la victoria en casa (86-81).
En su segundo encuentro, el base-escolta logró
23 puntos en 25 minutos en la derrota de los sevillanos ante el Andorra. A continuación, vinieron dos encuentros en los que su aportación disminuyó a 18 tantos contra el Bilbao Basket (derrota para los de Óscar Quintana) y a diez ante el Unicaja (victoria de prestigio en el derbi andaluz).
No obstante, su mejor actuación como bético ha sido en su última aparición, contra el Fuenlabrada.
El estadounidense gozó de su mejor marca de minutos (34) y respondió con 26 puntos que fueron fundamentales para alcanzarse con la victoria como visitantes.
Sus números generales nos hablan de un tirador muy fiable, con
32 aciertos de 51 en tiros de dos, un 63 por ciento de efectividad anotadora. En tiros de tres, el escolta norteamericano ha logrado encestar cinco de dieciséis, un 31 por ciento del total.
Pero si hay
algo en lo que se ha mostrado inmaculado es en el tiro libre. 18 de 19 para un 95 por ciento de acierto, que le colocan con uno de los mejores promedios de la Liga Endesa.
Sin duda, Askia Booker se ha convertado en el
héroe inesperado de un Betis Baloncesto que mira de reojo a la salvación. Esto, además, contribuye a su objetivo de hacer un buen papel en la Liga Endesa que le ayude a iniciar una exitosa carrera en Europa.