El beticismo ya se imagina de morado

El beticismo ya se imagina de morado
- M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El merchandising supone un gran bocado de la tarta de ingresos de los equipos de fútbol, que componen su presupuesto, fundamentalmente, de los derechos de televisión, el denominado 'ticketing' y la venta de camisetas. En las últimas décadas, la popularización de hasta dos (incluso más en algunos clubes) equipaciones alternativas a la primera y la irrupción de varias marcas de ropa deportiva, obligando a las principales a competir entre ellas para vestir a los clubes más importantes y mediáticos, dispara la innovación.

Prima sorprender, llamar la atención del público, para que adquiera vestimentas oficiales con el fin de lucirlas en el estadio o por la calle, para hacer deporte o sin este fin. Normalmente, lo rompedor suele dejarse para las terceras equipaciones, si bien hay quien se atreve a variar la primera, alternando el sentido de las franjas (Granada o Barcelona), distorsionando (agrandando o achicando éstas) o cambiando la tonalidad, los menos atrevidos, de las calzonas (el propio Betis, aunque se afianzó en clubes como Valencia, Sporting o Atlético).

Volviendo a Heliópolis, tras la experiencia del pantalón verde de la 18/19, que levantó mucha polémica, parece decidido que la formación titular respete los cánones clásicos. Por lo general, la segunda siempre es verde en diferente tono, dejando para la tercera los experimentos (marrón tierra, azul, aurinegro, naranja, rosa, celeste...).

Para la 20/21, habrá novedad histórica en la vestimenta reserva, la primera alternativa a la verdiblanca. Como avanzó Abc, el Betis vestirá de morado por primera vez en su historia, más allá del homenaje de hace un año en la ropa de entrenamiento por el Día de la Mujer. Nunca antes se había registrado una camiseta así en los casi 113 años de historia del club, lo que ha provocado rechazo. Pero ya aparecen bocetos atractivos que pueden cambiar la opinión de algunos.

La historia de la equipación bética

En sus inicios como sociedad, cuando la denominación era aún la de Sevilla Balompié, el futuro Real Betis utilizó variantes de una primera equipación que estrenó el verdiblanco (en honor al Celtic de Glasgow) a finales de 1911, si bien se popularizaría desde 1913, y que lo recuperó a partir de 1920 (estable, desde 1922) hasta la actualidad. Entre tanto, se usaron en diferentes torneos el blanco inmaculado, el azul, el rojo (según algunas fuentes, ahora prohibido por motivos obvios), el aurinegro o el verde completo.