El Betis se mueve por Silva y Pedro

El Betis trabaja estos días en la planificación de la próxima temporada, mirando de reojo a la finalización de la presente y a su tesorería, que se puede ver seriamente afectada si la crisis del coronavirus continúa devorando fechas. El panorama que se avecina invita a pensar en un ejercicio de transición, conservando la columna vertebral de la actual plantilla y obviando operaciones costosas o de riesgo. Toca pisar sobre seguro, acertar el tiro, esquivar los meandros. Máxime, cuando la opción más factible es volver a quedarse fuera de las competiciones europeas, que, si bien no generan, estrictamente hablando, unos fondos desmesurados (14 millones la última vez, según la confesión del director general corporativo, Federico Martínez Feria), sí aportan prestigio, acentúan el efecto llamada y multiplican los frentes en el calendario.

No obstante, en la planta noble del Benito Villamarín tratan de repetir estrategias acertadas de las pasadas campañas, peinando el mercado en busca de oportunidades ya desde principios de año. En cuanto se cierra la ventana de enero, los miembros de la secretaría técnica se afanan en elevar informes definitivos a la comisión deportiva para, en la medida de lo posible, adelantarse a la competencia. Sucedió con Pau López, Canales, Joel e Inui, que llegaron a coste cero en la 2018/2019, o Aleñá, cedido en la última pasarela invernal; y con otros por los que hubo que desembolsar una buena cantidad, pero, igualmente, moverse con presteza para descartar rivales: Bartra, Carvalho, Lainez, Emerson, Fekir o, más recientemente, Guido Rodríguez.

En el escenario ya referido aparecen vinculados con el Betis los nombres de David Silva y Pedro Rodríguez, auténticos 'mirlos blancos' en el verano de 2020. Los dos jugadores canarios terminan contrato y no van a seguir en sus respectivos equipos, Manchester City y Chelsea, ni tampoco, en principio, en la Premier League. Compensan con su calidad y su carácter mediático la veteranía, que, como ya ha quedado demostrado, no es un hándicap para establecerse en Heliópolis.

Aquí, Joaquín (38 años, 39 en julio) y Guardado (que cumplirá 34 en septiembre) son fijos, por ejemplo, por lo que ese factor no alejaría ni al de Arguineguín (34 recién cumplidos) ni al de Santa Cruz de Tenerife (que hará 33 una semana después de que el capitán verdiblanco sople las velas). Ocurre que la competencia, como era de esperar, es altísima, tanto en el plano deportivo como en el económico, por lo que ha resultado imposible colocarse en la 'pole' por, al menos, uno de los dos.

En fútbol, elevar algo a definitivo resulta peligroso. En abril y, en esta tesitura, todavía más. Con todo, parece que tanto Silva como Pedrito se encuentran, en estos momentos, lejos de la Avenida de La Palmera, en gran medida por la imposibilidad de acceder a sus cachés si ellos no ponen de su parte, convirtiendo disponibilidad (existente) en predilección.

De hecho, el mediocentro e interior del City es reacio a seguir en una Liga de máximo nivel. Quiere retirarse en la U.D. Las Palmas, aunque el hecho de que los amarillos militen en Segunda división los saca de la ecuación. Según ha podido saber ESTADIO, el ex de Eibar, Celta y Valencia se debate entre dos interesantes propuestas, que le permitirían, además, conocer culturas muy diferentes. Así, David Beckham sueña con que capitanee su próximo proyecto en el recién adquirido Inter Miami de la MLS, para el que intentó reclutar el pasado mes de enero al bético Tello. Villa e Iniesta, por otro lado, intentan persuadir a su otrora compañero en la selección española para que viaje a Japón y se enrole en el Vissel Kobe. Difícil competir con dólares y yenes.

Mientras, Pedro acaba de decidir que no renovará con el Chelsea, que le presentó una oferta a la baja, más por cumplir y por compromiso que con interés de firmarlo otro año más, pues apenas ha contado para su antes colega Frank Lampard. Su idea de retirarse en el Tenerife queda pospuesta, aunque medita seguir en Gran Bretaña por motivos personales o aceptar una de las muchas proposiciones que ha recibido en las últimas semanas, varias de ellas de torneos exóticos, en Oriente Medio especialmente, que le asegurarían un último gran contrato en materia económica. También le han llamado de LaLiga (no sólo el Betis) y de otros países europeos.