La prioridad en la planificación verdiblanca sigue siendo el delantero centro, aunque el
Betis ha apostado por la paciencia en unas negociaciones estancadas con el
Espanyol por Borja Iglesias por culpa de las formas de pago. El gallego sigue siendo la primera opción, apostándose en
Heliópolis por la estrategia de desgaste, alargando la cuestión hasta las postrimerías del mercado estival, cuando las urgencias 'pericas', especialmente si no se clasifican para la
Fase de Grupos de la Europa League, podrían inclinar la balanza hacia los cómodos plazos que pretenden en la planta noble del
Villamarín.
Mientras tanto, la obligación es sondear a otros artilleros de similar perfil, una petición expresa de
Rubi. Y, como desveló
ESTADIO, Milik está bien colocado en la lista de preferencias.
Hasta la fecha, los responsables béticos se han limitado a aprovechar la línea de diálogo abierta en enero con el agente del polaco para conocer sus pretensiones. Y las sensaciones son positivas, a pesar del
Nápoles. El club partenopeo y su peculiar presidente no terminan de aclararse sobre qué hacer con el ex del
Ajax, al que tasaron inicialmente en 60 millones de euros y ofrecieron renovar -termina contrato en 2021-, pero lo están empujando con palabras y hechos fuera del
San Paolo.
Milik, autor de un gol en el amistoso del pasado domingo ante el
Liverpool, empieza a captar las indirectas, empezando por el hecho de que su propuesta de ampliar dos o tres campañas su vinculación para pasar a cobrar de 2,5 a 3,5 millones de euros ha sido ignorada. Los principales medios deportivos italianos, así como rotativos locales de toda solvencia, coinciden al afirmar que las negociaciones para blindar al de Tychy están "congeladas".
Además, desde tierras transalpinas detallan que
Milik no habría pasado el corte impuesto por el míster 'azzurri', Carlo Ancelotti, quien insiste en que lleguen
James y un 'killer' de primer nivel, preferiblemente
Icardi. El rector napolitano,
Aurelio de Laurentiis, habla públicamente de que persiguen la incorporación de "un delantero de 30 goles", despreciando los 34 en 87 partidos de
Arkadiusz.
Las dificultades para reclutar al colombiano por las altas exigencias del
Real Madrid y el frustrado aterrizaje de
Pépé, que prefirió el
Arsenal, obligan a los partenopeos a replantearse su estrategia. Ahora, la idea es recaudar lo máximo posible por los descartes, con
Milik entre ellos.