El fichaje de
Joan Francesc Ferrer por el Betis no corre ningún peligro, según confirman a
ESTADIO Deportivo fuentes solventes de la entidad verdiblanca, si bien
este lunes no se cumplieron los augurios más optimistas. Y es que, como se apuntaba en estas líneas, en Heliópolis no iban a dejar en la estacada al entrenador por el que han apostado para sustituir a
Quique Setién, menos aún tras el paso al frente que ha dado el 'maresmenc' (renunciando al año de contrato que le quedaba en Cornellà-El Prat y a la propuesta postrera de renovación que recibió), pero entienden en la planta noble del Benito Villamarín que
ya han hecho todo lo que estaba en su mano para ayudar en el desbloqueo de una situación enquistada por el comprensible enfado blanquiazul por las formas en el adiós del que todavía es el técnico de su primer equipo sénior.
De hecho, se confiaba ayer tarde en una 'fumata' que deberá esperar unas horas más. En la comisión deportiva esperan que hoy sea el día, aunque, inevitablemente, antes de anunciar que Rubi toma las riendas del Betis ha de producirse la desvinculación del de Vilasar de Mar, que seguía tensando la cuerda al cierre de esta edición. Cada parte, lógico también, cuenta la historia como le conviene, si bien todo hace indicar que el escollo final reside en los términos económicos del finiquito de Ferrer Sicilia.
A sus asesores no les terminan de cuadrar las cuentas en lo referente al sueldo y las primas por la clasificación para competiciones europeas, por lo que, una vez cumplida la condición impuesta desde el RCDE Stadium de abonar la cláusula de rescisión primero para que la marcha del técnico no se pueda considerar despido en Magistratura de Trabajo,
se resisten a firmar un acuerdo que resolvería una ecuación que va camino de convertirse en todo un 'culebrón' deportivo.
Bahía Internacional, según ha podido confirmar este periódico,
transfirió el viernes por la tarde a la cuenta corriente del Espanyol los alrededor de 900.000 euros en que está fijada la libertad unilateral de Rubi, una operación que
no ha sido efectiva, en términos bancarios, hasta este lunes. Con todo, la entidad 'perica' elaboró el jueves pasado un dossier con los términos económicos de una entente que no se ha hecho efectiva por la diferente interpretación que hacen sus interlocutores.
Sea como fuere, los dos clubes y el entrenador entienden que
la operación a tres bandas no puede demorarse mucho más ya. Nadie quiere renunciar a sus legítimos intereses, al tiempo que se revisa cada pliego de documentos con lupa para que no existan resquicios que generen en el futuro denuncias cruzadas. En realidad, se filtran desde todos los frentes un compromiso de no acabar en los tribunales, pero, en especial la agencia de representación y la institución barcelonesa, tensan la cuerda con la esperanza de que su contrario tenga más prisa por zanjar la negociación que uno mismo. El caso es que las planificaciones verdiblanca y albiazul se encuentran en 'stand-by'. Esta última, con la añadidura de que no se conoce de momento la identidad del sustituto de Rubi, con perfiles dispares en el repóquer que manejan los dos máximos responsables a nivel deportivo:
Francisco Rufete y Óscar Perarnau. Así, a la apuesta por la continuidad que representaría el míster del filial,
David Gallego, se le oponen nombres más consagrados, como los de
Pablo Machín, Quique Setién, Francisco Rodríguez y Claude Puel (que llegaría en un 'pack' con Ben Arfa). Más claro lo tienen en la Avenida de La Palmera, donde ya se empiezan a consultar los próximos movimientos con Rubi, pues Haro, Catalán y Serra tienen claro que, más pronto que tarde, dirigirá al Betis.