Construido, a priori, para pelear por la permanencia, el
Real Valladolid se presentará el próximo domingo en el Villamarín
henchido de moral. No en vano, atraviesa por
su mejor racha en Primera división de todo el siglo XXI, igualando otra de marzo de 2009, merced a las tres victorias consecutivas firmadas por los pupilos de Sergio González.
Les costó arrancar a los pucelanos, que en las cinco primeras jornadas firmaron tres empates, ante Girona (0-0), Getafe (0-0) y Celta (3-3), y dos derrotas, si bien ambas, ante Barça y Alavés, fueron por la mínima (0-1). Pero a partir de ahí, el conjunto blanquivioleta ha tomado velocidad de crucero,
imponiéndose a Levante (2-1), Villarreal (0-1) y Huesca (1-0).
En Heliópolis, por tanto, buscarán un cuarto triunfo seguido que en Zorrilla no conocen desde 1999, con
Sergio Kresic en el banquillo.
Pero enfrente, Setién parece tener
el antídoto para cortar la racha pucelana. Dos veces se ha enfrentado al Valladolid como entrenador y
ni ha perdido ni ha encajado ningún gol, sumando una victoria por 1-0 y un empate sin goles, ambos en Segunda al frente del Lugo. Además,
en su etapa como jugador, el cuadro castellano-leonés fue su víctima preferida, pues le hizo 8 goles.
Mucho ha llovido desde entonces, pero al frente del Betis también puede presumir de una gran racha como local, pues sólo ha perdido uno de los diez últimos partidos en casa, firmando 6 victorias y dejando la meta a cero en 6 ocasiones.