El empresario venezolano Carlos Lazo, nuevo presidente del Real Betis Baloncesto tras su adquisición por parte del grupo mexicano Conglomerado Xoy, anunció este lunes "cambios en todas las áreas" del club después de la derrota del domingo en la segunda jornada de la LEB Oro en la cancha del Clavijo Rioverde de Logroño (62-56), en un partido que "fue una vergüenza", según el actual dueño. "Pedimos disculpas por el partido de ayer a nuestros seguidores. El domingo estuvimos trabajando hasta tarde en lo deportivo y vienen cambios en todas las áreas", incluidos "dos o tres fichajes", afirmó en declaraciones a EFE el consejero delegado de la corporación mexicana que compró hace una semana el 99,9 por ciento de las acciones del club heliopolitano, aunque aceptando llevar sus colores y su marca durante, al menos, 10 temporadas.
El máximo responsable del Betis Basket resaltó que "perdiendo diecinueve balones es imposible ganar un partido" y, por eso, espera "apoyar a Javi (Carrasco, el entrenador) con mayor talento dentro del equipo". En este sentido, aseguró que va a "invertir en jugadores antes del partido del viernes" en casa contra Estudiantes (20:00 horas), que se antoja importante tras haber acumulado el equipo, también descendido la pasada campaña desde la Liga ACB como los colegiales, dos derrotas en otras tantas jornadas. "Vamos a traer un base que dé tranquilidad, que controle mejor el balón y meta puntos. Están por firmar dos o tres jugadores para que estén en Sevilla el martes o el miércoles. Voy a abrir la billetera para traer a jugadores de un nivel más alto. Antes del viernes, tendremos novedades", zanjó un aparentemente preocupado Lazo.
El dirigente verdiblanco se pregunta "cómo es posible que haya tres novatos en el equipo", señalando quizás a los que más respondieron en tierras riojanas, y lamentó que en el Betis "no se usan los datos" para "utilizar a los jugadores como tienen que usarse: un '3' no puede defender a un '2'; a los jugadores hay que sacarle el máximo partido". El empresario suramericno, que se definió a sí mismo como "un fanático" al que le "duele el equipo", subrayó que los miembros de la plantilla verdiblanca también "tienen que asumir su rol de profesionales", porque "a esta marca hay que amarla", y dijo que no se desanima, porque, "gracias a Dios, todo lo malo está pasando ahora".
EFE