Alvaro Arenillas3 min lecturaLa situación de Klay Thompson en Golden State es cada vez más complicada. Si antes de comenzar la temporada 2023-24 de la NBA se tenía muy presente que el escolta termina contrato el 30 de junio de 2024 y que su renovación parecía complicada, ahora directamente se puede decir que los Warriors han certificado por sorpresa el futuro inmediato de su All-Star.
Desde el pasado verano se hablaba de lo difícil que sería verle renovar con la organización de California. Klay, quien venía de hacer su mejor marca de triples en una temporada, pensaba que merecía el máximo salarial; sin embargo, en la gerencia tenían otra creencia. Según ha señalado Shams Charania de The Athletic, los Warriors querían renovarle, pero a un precio mucho menor. Para ser exactos, estamos hablando de que le pusieron por delante un acuerdo para extender su contrato por 2 años y 48 millones de dólares. ¿Qué dijo Thompson? No.
Pudiendo entender al jugador, la realidad es que venía de jugar muy bien en la campaña 2022-23 –no tanto en playoffs– y que su actual contrato marca un salario de 43 millones de dólares, por lo que sería prácticamente ver reducidos sus emolumentos a la mitad. Le comprendemos, pero no menos a un equipo que necesita empezar a ahorrar dinero si quiere rodear a Stephen Curry con las piezas necesarias para volver a pelear por el anillo. Quizás por ello, y siguiendo la información del citado periodista, ha habido un radical cambio de planes por parte de la franquicia al retirar la oferta que hizo en verano.
Tal cual suena. Los Warriors han dado un paso casi definitivo –y sorpresivo– de cara al futuro inmediato de su jugador, que en el presente tendría casi claro que a partir de la campaña 2024-25 jugará en otro equipo tras 11 cursos consecutivos en el equipo de San Francisco.
Más allá de los resultados del equipo, los cuales están lejos de lo esperado, Klay Thompson ha bajado enormemente su nivel. Tras siete años anotando al menos 20 puntos por noche, en estos momentos se está quedando en 15,4 puntos por encuentro con los peores porcentajes de su carrera: 39,7 por ciento en tiros de campo y 34,5 por ciento en triples. Tales datos han debido ayudar a que Golden State tome esta decisión, si bien no se puede descartar que al terminar la campaña, o incluso antes, se sienten para negociar un contrato que satisfaga a ambas partes.