Los Brooklyn Nets, dirigidos por el español Jordi Fernández se están consolidando poco a poco como una de las revelaciones del inicio de temporada de la NBA tras vencer en casa a los Chicago Bulls por 120-112, en la que su segunda victoria consecutiva. Y es que aunque estén en un proceso de reconstrucción de la franquicia desde sus cimientos, los Nets partían este curso como un equipo destinado a transitar por los últimos puestos del Este, y aunque es muy pronto, por ahora se puede soñar con algo más. Tras seis encuentros, los Nets llevan un récord de 3-3, y se han mostrado como un conjunto sorprendentemente competitivo y compacto, ganando a rivales importantes como los Milwaukee Bucks y los Memphis Grizzlies, además de llevar al límite a unos Denver Nuggets que solo les pudieron someter en la prórroga.
Esta noche, los Nets sufrieron ante unos Bulls que también han empezado bien y que acariciaron su tercera remontada seguida en tres encuentros. Pero los de Jordi Fernández se mostraron más acertados en la recta final, sellando su segundo triunfo consecutivo. Cam Thomas fue el héroe local con 32 puntos y un triplazo sensacional desde el logo central en el desenlace para certificar la victoria de los neoyorquinos. Cam Johnson sumó 14 puntos y 6 rebotes y Ben Simmons también destacó rozando el triple-doble, con 8 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias. En total, cinco jugadores superaron los 10 puntos en unos Nets con un 52,1 % en tiros de campo y 66 puntos en la pintura (40 de sus rivales).
De inicio, los de Brooklyn mostraron un gran acierto y sometieron a los rivales con buenas ayudas defensivas y superioridad en el rebote, que les llevó a un +11 cuando no se habían jugado ni ocho minutos, con 20 puntos en la pintura y, ante todo, un Thomas que arrancó a tope de revoluciones con 13 puntos en el primer periodo. Lo único que le falló a Brooklyn fue la defensa exterior y por ahí se coló Chicago, con un 6 de 13 en triples para corregir sus 5 pérdidas de balón. Con todo, el 37-30 camino del segundo cuarto fue un mal menor para unos Bulls inferiores.
Los Nets llegaron a disfrutar de un +17, pero los Bulls se resistían a dejarse ir. Cargando mucho desde el triple, los visitantes cerraron la primera mitad abajo por 68-60 pero con todavía mucho que decir. Pero Vucevic se creció en Chicago tras el intermedio. El pívot montenegrino sacó el mazo en la zona con 9 puntos en un visto y no visto y los Bulls empataron el marcador con un mundo por delante (78-78 a falta de 5.59).
La precisión y explosividad de los Nets fue cayendo, tanto por mérito de la defensa rival como por fallos propios. Al menos evitaron irse al último cuarto por debajo, pero enfrente los Bulls, con 14 puntos de Vucevic en ese capítulo, acariciaban ya otra remontada. Más cuando un triple de White le dio a Chicago la primera ventaja desde el inicio del partido. El acierto de los Bulls se mantenía en alto mientras que los Nets se estaban quedando sin dinamita pese a que Simmons hacía todo lo posible por seguir asistiendo a sus compañeros.
Brooklyn reaccionó con un parcial de 10-0 pero Chicago lo devolvió con un 2-8 que dejaba todo en tablas a falta de cinco minutos con un empate a 106. Pero al final fue Thomas el ejecutor. El 24 de Brooklyn había pasado muy desapercibido en la segunda mitad pero reapareció con 10 puntos en el tramo clave, incluido un triplazo pisando el logo, para sentenciar el triunfo de unos Nets que continúan sonriendo.