El Real Madrid no es capaz de dejar atrás problemas cuando le toca jugar lejos del WiZink Center y este martes ha vuelto a perder a domicilio en la Euroliga, esta vez en la pista del Olympiacos, que venció por diez puntos, por 79-69, tras un duelo en el que se desinfló en los últimos diez minutos. Sorprendió de inicio Chus Mateo poniendo en el quinteto inicial a Serge Ibaka para ocupar un puesto casi siempre destinado a Walter Tavares. Y la apuesta resultó acertada por la capacidad de éste para atreverse con los lanzamientos exteriores.
Dos metió en el arranque, sumando a ellos una canasta para hacer 8 de los 12 primeros puntos de su equipo. Los cuatro restantes corrieron a cargo de Gabriel Deck. Mientras en el Olympiacos la respuesta la ofrecían dos de sus estrellas, Evan Fournier y Sasha Vezenkov. De hecho, un parcial de 6-0 dio a los de casa una ligera ventaja, pero se repuso el Real Madrid de manera contundente, a pesar de las dos personales tempraneras de Facundo Campazzo que le mandaron al banco, para irse al descanso con un 0-9 favorable y por delante en el marcador.
A partir de ahí comenzó el resultado a moverse como un acordeón, con el cuadro visitante alejándose cuando los helenos lograban acercarse. Un triple de Eli John Eli Endiaye situó a los suyos siete arriba a falta de cinco minutos para el descanso, pero ahí se secó el conjunto de blanco. Unos buenos minutos de Moustapha Fall y la aportación del siempre peligroso Alec Peters levantaron de nuevo el ánimo del anfitrión, que tras hacer otra vez nueve puntos sin contestación no solo no equilibró la contienda en un momento delicado, sino que encima se fue por delante a los vestuarios por apenas dos puntos.
La igualdad entre ambos se mantuvo al inicio del segundo tiempo, hasta que el Madrid consiguió volver a abrir la brecha hasta los nueve de renta favorable. Pero pronto la cercenaron entre Walkup y Vezenkov, dando un paso hacia adelante hasta dejar con vida a los de casa de cara al cuarto decisivo, al que llegaron con apenas tres de renta.
Tanto creyeron en sus posibilidades que prolongaron el calvario en la vuelta al parqué. Un triple de Peters, posterior a un gorro de Tavares, y cinco puntos consecutivos de Shaquielle McKissic, mientras el rival se desangraba en el rebote ofensivo, devolvieron al Olympiacos su máxima ventaja del partido. Y en los últimos minutos, sin acierto en el tiro y víctima de la precisión de un Vezenkov descansado, el Real Madrid se acabó diluyendo. De esta manera rompe una racha de cuatro victorias seguidas, todas ellas como local, y prolonga sus malas sensaciones lejos del WiZink Center.