El Barcelona de Joan Peñarroya sigue sin alejar a los fantasmas esta temporada y la cosa empieza a ponerse seria. El técnico azulgrana acabó molesto con los suyos tras haber “dejado escapar otro final igualado” y caer derrotados ante el Joventut por 90-91 después de una prórroga.Y, ahora que la clasificación para la Copa del Rey se ha puesto harto complicada para los culés, el preparador barcelonista no ha podido esconder su enfador: “Estamos jodidos, no tenemos colchón de seguridad y el vestuario está muy tocado. Es cierto que el Joventut ha estado gran parte del partido por delante en el marcador, pero el tramo final lo hemos tenido nosotros para ganar”.Por último, Peñarroya se ha quejado del hecho de no tener un base nato. “Sufrimos cuando no tenemos un base claro en pista, competimos pero acabamos perdiendo. El juego al principio del partido ha sido muy malo”, ha finalizado.
Cabe recordar que en la previa ya expresó la necesidad que tenían de fichar: "Necesitamos incorporar algún jugador de características similares a Lapro (Laprovittola) que nos pueda ayudar a afrontar la cuesta de enero”.
Y como a perro flaco todo son pulgas o eso dice el sabio refranero popular, en su vestuario ha saltado una nueva chispa en cuanto ha finalizado el encuentro. Y sí, ha sido otra vez Willy Hernangómez el protagonista de la misma. Tras haberse convertido en pieza clave de la última victoria europea del Barça, hoy en la competición doméstica sólo ha estado en los planes de Peñarroya durante los primeros quince minutos, una decisión que no ha gustado demasiado al interior.
Tras ser el mejor del partido en el triunfo ante el París Basketball, anotando 23 puntos y capturando 10 rebotes para los 30 créditos de valoración, hoy Willy jugó apenas 12 minutos. Comenzó el derbi desde el banquillo y volvió a salir en la prórroga tras no tener minutos en la segunda mitad, pero rápidamente Peñarroya deshizo el cambio tras la amenaza de Tomic bajo aros.
Y tras ello, en sus redes sociales ha publicado un post imitando a Ricky Rubio: "Never too high, never too low". Este lema, empleado varias veces en su carrera por el exjugador azulgrana, quiere decir "Ni demasiado arriba, ni demasiado bajo". Ricky lo usó cuando jugaba en los Minnesota Timberwolves y su amigo Willy ya se ha apropiado de ella. De hecho, cuando jugaba en la NBA ya la empleó en alguna que otra ocasión.