El análisis del Betis-Valladolid

La idea de Setién requiere una vueltecita

Alejandro SáezAlejandro Sáez
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La idea de Setién requiere una vueltecita
Quique Setién no dio con la tecla para superar al Valladolid. - Alejandro Sáez
No se cansa Quique Setién de repetir, siempre que puede, lo mucho que cree en su idea y cómo el vestuario confía en ella. Un fútbol en el que predomina el control del balón y en el que no tiene cabida el balonazo en largo. Un Betis que se gusta, y que gusta, sacando el balón desde atrás, pero que también propicia (como Setién también se ha encargado de denunciar públicamente) que el rival se encierre atrás siempre que pisa el césped del Benito Villamarín, donde los verdiblancos gustan ser aún más protagonistas.

De ahí que ayer, frente al Valladolid, no fueran de extrañar los pitos que se escucharon desde la grada, tanto en el descanso como al final del partido, consumada ya la derrota por 0-1 ante el presupuesto más bajo de Primera división.

Sin los lesionados Guardado, Joaquín y Tello, el técnico cántabro decidió darle descanso a Mandi, pensando en el Milan; algo que sólo la lesión de Javi García truncó. Al margen de los cambios (cuatro respecto al duelo del Wanda), el Betis fue tan horizontal como de costumbre, costándole meterle mano a un Valladolid muy bien plantado y que, justo cuando encontró el gol en una excelente contra, era cuando más sufría, habiéndole adelantado el Betis su línea de presión.

A partir de ahí, otro partido: interrupciones, constantes pasos atrás de los pucelanos y prácticamente once hombres colgados bajo el larguero frente a un Betis en el que Canales (sustituido en el 72') era el único que le imprimía verticalidad, que es lo que se echa en falta en Heliópolis. Si el rival se adapta al Betis, y se encierra, ¿por qué Setién no se adapta a sus rivales? Requiere un plan 'B'.