La última esperanza del tenis femenino español en Bogotá

El tenis femenino está esta semana disputando varios torneos por el mundo, uno de ellos tiene lugar en Bogotá, donde se está jugando un WTA 250 que sirve para dar inicio a la temporada de tierra batida antes de llegar a Europa, algo que en el caso de la WTA se demora un poco más. No obstante, no son muchas las jugadoras de la parte de arriba del ránking que van a competir estos días, sin embargo, el tenis español si que está presente en la capital colombiana. Con Paula Badosa fuera de juego y más allá de Jessica Bouzas, son Cristina Bucsa y Sara Sorribes quien pasean la bandera rojigualda por las pistas, pero no siempre le van las cosas bien.

La cosa no pintaba para Sara Sorribes cuando se pospuso la jornada el lunes por las lluvias, y se confirmó a la vuelta del parón, cuando la francesa Séléna Janicijevic la arrasó en dos sets por 6-2 y 6-1, haciendo inútiles los esfuerzos de la séptima favorita, muy de capa caída este curso. Fue el primer palo para la armada, pero tristemente no iba a ser el último. Y es que a Nuria Párrizas no le fue mucho mejor contra Raluca Șerban. La española se llevó el primer set, pero acabó perdiendo en la tercera manga tras una gran remontada de la chipriota.

La cara de la jornada y que se ha convertido en la última esperanza nacional, fue Cristina Bucsa, octava favorita, quien ganó en tres a la suiza Leonie Kung. Y es que fue un partido muy extraño, en el que Bucsa comenzó arrasando el la primera manga por 6-1, pero se dejó la segunda en el 'tiebreak', sin embargo volvió a sacar el martillo en la decisiva. Ahora espera en octavos de final a la croata Lea Bošković.

Siempre quedará el dobles

Más allá de estos resultados, mejores para una y peores para otra, la gran esperanza de ambas es el dobles. Tras ganar el Mutua Madrid Open y el bronce olímpico, Sorribes y Bucsa vuelven a jugar juntas en este evento, en el que son las grandes favoritas. Por lo pronto debutan esta tarde, ya en octavos de final, ante la italiana Nicole Fossa Huergo y la ucraniana Valeriya Strakhova. El partido será especialmente clave para la cántabra, pues apenas ha descansado después de una semana muy larga en Miami, en la que llegó a la final del cuadro de dobles con Miyu Kato, pero se quedó a las puertas de sumar el segundo WTA 1000 de su carrera,