Paula Badosa se ha encargado de acabar con cualquier tipo de duda que hubiera antes del Open de Australia y ya está a un sólo partido de iguala su mejor actuación en Melbourne. Si ante Townsend era una toma de contacto, el duelo frente a Anastasia Pavlyuchenkova ya se veía como una prueba de fuego, que la catalana solventó en apenas una hora y 12 minutos, por un claro 6-2 y 6-3.
Badosa, que había perdido en su reaparición en Adelaida y ella misma había reconocido no estar a su mejor nivel en la previa del primer torneo del Grand Slam de la temporada, dio la sensación de haber dejado atrás estas dudas con un partido en el que dominó desde el primer punto.
De hecho, la tenista española empezó rompiendo el saque de la rusa, quien, cuando quiso reaccionar, ya iba 4-1 abajo y con dos 'break' en contra. A Badosa se le vio llena de confianza y ni siquiera se inmutó cuando, en el sexto juego, su rival tenía sus dos primeras bolas de ruptura. Las solventó para cerrar luego el set.
La segunda manga comenzó con Badosa sacando adelante su servicio con mucha facilidad y una Pavlyuchenkova que resistía con el suyo, tratando de encontrar un punto de inflexión al encuentro. No lo hizo porque la española no le dio esa opción. Lejos de eso volvió a tomar la iniciativa y a romper en el quinto juego para consolidar en el siguiente. Con 5-3 y saque para la veterana tenista rusa, Paula Badosa no esperó y cerró el partido al resto. Apenas había necesitado más de una hora, pero más que el resultado y la facilidad con la que ganó el duelo, es el nivel que ofreció la española.
A Badosa no le hizo falta ni siquiera sacar bien, ya que jugó casi la mitad de sus puntos con segundo saque, pero su superioridad en la pista le permitió ganar más del 80% de su servicio y no sufrir con su saque más allá del sexto juego del primer set, en el que salvó dos bolas de 'break'. Esa superioridad le dio tranquilidad para que, al resto, también dominar a una Pavlyuchenkova que se vio sometida y, pese a no bajar nunca los brazos, tuvo que asumir su derrota.
El triunfo de la española le cruza ahora con la norteamericana Amanda Anisimova, una tenista que, como ella, llevaba muchos meses apartada de las pistas y que ha reaparecido en este arranque de temporada. La estadounidense decidió parar para solucionar sus problemas, pero ha regresado a lo grande y, en segunda ronda, pasaba por encima (6-2 y 6-3) de la exsemifinalista de Roland Garros Nadia Podoroska. La argentina sigue sin poder superar la segunda ronda del Open de Australia.
"Sabía que pasara lo que pasara iba a disfrutar de la experiencia que supone volver a competir en un Grand Slam, algo que es una bendición para mí. Estoy muy feliz", señalaba la estadounidense, a la que se ve muy fuerte y con sus problemas totalmente olvidados.