El objetivo de la Copa Davis era tumbar a España

El conjunto que capitanea David Ferrer se tuvo que despedir inesperadamente en cuartos de final tras perder frente a Holanda

El objetivo de la Copa Davis era tumbar a España
El equipo español, hundido - Cordon Press
Antonio José MedinaAntonio José Medina 4 min lectura

España se despidió el martes de la Copa Davis y, con ello, puso el final a la carrera de un Rafa Nadal que no pudo vivir el final soñado. Pocos esperaban que los Países Bajos, con sólo dos jugadores en el Top-100, con Griekspoor como 40 del mundo y Van de Zandschulp en el puesto 80, pudiera derrotar a un equipo que tenía al bicampeón de Grand Slam de este año, al segundo tenista más laureado de todos los tiempos y al actual número cuatro de dobles en el circuito.

Tal vez por eso se improvisó el adiós a Nadal, faltaron personas importantes y motivó las críticas. Casi nadie lo esperaba. Pero eso es deporte y Holanda no sólo derrotó a España, sino que hizo luego lo propio con Alemania y estará esta tarde en su primera gran final de Copa Davis ante la gran favorita: Italia.

Como ellos mismos reconocen, el objetivo con el que llegaron a Málaga no era ese o, al menos, no lo esperaban. Pero sí tenían claro un único deseo: ganarle a España. Ya lo avisaron en la previa, que le darían la despedida a Rafa Nadal. Y cumplieron.

Le tenían 'ganas' a España

"Nuestro objetivo era no perder en cuartos de final por tercer año consecutivo y creíamos que podíamos conseguirlo, aunque tuvimos un sorteo muy complicado con España. Fue muy bonito llegar a semifinales y luego cruzar con Alemania, a quien pensábamos que también podíamos ganar", señalaba el capitán neerlandés Paul Haarhuis, quien como jugador ya dio la sorpresa en España en una eliminatoria celebrada en los años noventa.

"Algún día tenía que llegar esto, llevábamos dos años buscándolo, pero para llegar hasta aquí tuvimos que hacerlo genial. No es que nos sentáramos y dijéramos que esta vez cruzaríamos más allá de los cuartos de final, pero sabíamos que podíamos hacerlo. Todo es cuestión de experiencia. Esa es la clave”, afirmaba hace dos días el artífice de este 'milagro'.

Lo que parece claro es que este formato de Copa Davis propicia que no siempre gane el mejor equipo y que una sorpresa lo deje todo a merced del dobles, que muchas veces es impredecible. Es lo que sufrió España con un equipo muy superior, que con el antiguo formato difícilmente había perdido. Ya se vio con Finlandia el pasado año, cuando alcanzó las semifinales con jugadores de segundo nivel en el circuito. O, en su día, con Croacia, cuando se metió en la final liderada por un jugador que sólo disputaba ATP Challengers, como Borna Gojo. “El formato parece que nos conviene, aunque los dos primeros partidos dependen mucho de la experiencia, ya que Tallon y Botic no eran tan buenos hace tres años como lo son ahora. Ambos llevan mucho tiempo en la ATP, han ganado experiencia, así que la ocasión era cada año más importante. Ahora les veo mucho más seguros, como ya dije, la confianza es clave", reconoce Haarhuis.