Antonio José Medina3 min lecturaContaba días atrás Novak Djokovic que aún sufría el trauma cada vez que llegaba a Australia de todo lo vivido en 2022, cuando fue deportado después de estar más de una semana en un hotel por no estar vacunado contra el Covid-19 y haber accedido al país de forma irregular.
"Las últimas dos veces que aterricé en Australia, al pasar por el control de pasaportes y la inmigración tengo un poco de trauma desde hace tres años. Y algunos rastros todavía permanecen allí cuando estoy pasando el control de pasaportes, solo para comprobar si alguien de la zona de inmigración se acerca. La persona que comprueba mi pasaporte, ¿va a detenerme de nuevo o a dejarme marchar? Debo admitir que tengo esa sensación", indicaba el exnúmero uno del mundo en los días previos al Open de Australia 2025.
Ahora, Djokovic ha vuelto a hablar del asunto en tierras australianas y lo que ha denunciado se trata de una acusación muy grave, aunque tres años después difícilmente podría investigarse. Según señala el tenista serbio, durante su 'clausura' en el hotel donde se tenían que quedar retenidos todos los que habían entrado de forma irregular en el país mientras se tramitaba su admisión o expulsión, le dieron comida "envenenada".
Novak Djokovic rebela en una entrevista con la revista GQ que en el hotel "tenía un papel con como cien artículos: desde cepillo de dientes, pasta de dientes, agua, comida, lo que fuera". "Y tenía que elegir, marcar las casillas determinadas y cada uno de estos artículos conllevaba una cierta cantidad de puntos. Yo tenía 60 puntos en total de lo que se me permitía recibir. Así que hice esos 59 o 60 puntos, y se los di", afirma, primero, sobre su estancia en el hotel para luego soltar el bombazo.
"Descubrí cosas cuando volví a Serbia. Nunca he dicho esto a nadie públicamente, pero cuando llegué a casa, tuve algunos problemas de salud. Descubrí que tenía niveles muy altos de metales pesados. Tenía plomo, niveles muy altos de plomo y mercurio. Y la única forma es que la comida estuviera contaminada", añade el tenista balcánico, que no quiere buscar revancha con eso y, de hecho, asegura sentirse a gusto en Australia.
"Muchos australianos que me he encontrado en Australia en los últimos años o en otras partes del mundo han venido a disculparse por el trato que recibí, porque estaban avergonzados de su propio gobierno. De hecho, me encanta estar aquí y creo que mis resultados testifican mis sensaciones al jugar al tenis y estar en este país", reconoce a GQ el propio Novak Djokovic.