Novak Djokovic es el mejor tenista de historia, y esa es una afirmación con la que casi cualquiera está de acuerdo, además, el serbio se encarga de refrendarlo, y es que incluso aunque este 2024 no está su mejor nivel, hasta el punto de no haber ganado un solo torneo, de venir de una lesión de rodilla que le obligó a pasar por el quirófano hace un mes y muchos factores más, luego salta a la pista como ha hecho esta tarde en Londres, y disipa todas las dudas. por lo pronto ya está en la final de Wimbledon, donde se va a medir a su verdugo en 2023, Carlos Alcaraz, que ha ganado en la otra semifinal a Daniil Medvedev.
El serbio pudo con el inexperto Lorenzo Musetti en tres sets, por 6-4, 7-6 y 6-4 y repetirá final en el All England Tennis Club contra el español. Musetti dio la cara frente al siete veces campeón, pero se deshizo en los momentos de presión y cayó derrotado en la que era su primera semifinal de un Grand Slam, además de su primer partido en esta pista central. Sin embargo, pese a la grandísima gira de hierba que llevaba, con semifinales en Stuttgart y final en Queen's antes de este resultado en Wimbledon, el mejor de su carrera en un grande, Djokovic fue demasiado para el italiano, que disfrutó de sus momentos de gloria, pero que no pudo capitalizar contra un rival descansado y ajeno a la rodilla.
El serbio no disputó los cuartos de final por la retirada de Alex de Miñaur y llegó sin la tralla y el cansancio de la clase de partido que hubiera planteado el australiano. Sin ese hándicap, Djokovic se hizo gigante ante los nervios y los errores del transalpino. Tras ceder el primer set con el titubeo y la épica de salvar primero tres bolas de parcial, Musetti desplegó durante cuatro juegos su mejor tenis del torneo. Llegó a tener un 3-1 de ventaja cimentado en un juego espectacular, pero esto se diluyó en minutos y a la primera oportunidad de rotura de la que dispuso el de Belgrado.
En el desempate, Djokovic no mostró piedad. Rompió los dos primeros servicios de Musetti y le emplazó a una derrota que llegó sin consideraciones ni paliativos por la vía rápida. Antes de que anocheciera en Londres, Musetti estaba ya camino del vestuario, con la sensación de que había hecho un buen partido, pero de que ante Djokovic hace falta muchísimo más. Este domingo Djokovic volverá a tener a Alcaraz en la final, su verdugo el año pasado, en el que será el primer choque entre ambos desde las semifinales de la Finales ATP, que se quedó el serbio. La oportunidad de 'Nole' de conseguir su 25º grande es inmejorable.