Rafa Nadal se despedía del ATP 250 de Brisbane 2024 con dudas. No tanto en su juego, pues ha demostrado estar vigente tras un año de parón, pero sí sobre su estado físico. Todo hace indicar que la dolencia que le ha hecho ser atendido en el tercer set de su duelo ante Jordan Thompson es sólo una sobrecarga muscular, lógica después de jugar al límite durante más de tres horas tras un año sin hacerlo. Sin embargo, todo lo ocurrido en este tiempo le invita a ser cauto en el diagnóstico y lo deja todo en el aire.
Lo único seguro del partido ante Thompson, que obligó a Nadal a exigirse hasta los límites que ahora mismo tiene, es que da la razón a lo dicho tanto por el tenista balear como por Carlos Moyá, su entrenador, y que aún es pronto para ver la mejor versión del manacorense. Rafa Nadal, con sus dos primeros triunfos, había elevado las expectativas muy arriba, pero esta derrota y el hecho de que físicamente se le notara muy cansado al final, deja claro que aún es pronto y que el Open de Australia, con partidos a cinco sets, le llega pronto para que pueda competir con los mejores en igualdad de condiciones.
De momento, Nadal prefiere centrarse en recuperarse y se muestra positivo ante su 'lesión'. "Ahora mismo es muy pronto para poder decir nada. No es un día para hablar más de la cuenta de eso. Solo espero que sea una sobrecarga grande y que, en los próximos días, pueda seguir entrenando. Si no es así, ya será el momento de hacer más pruebas. Si se queda en eso, en una sobrecarga, pues habrá sido una semana muy positiva. Si no, no lo habrá sido tanto", afirma el balear.
Nadal fue atendido tras el quinto juego del tercer set. El hecho de que fuera en el lugar donde sufrió la lesión anterior hizo saltar las alarmas, pero luego pudo seguir jugando los cuatro últimos juegos. Y no se le notó una merma en su movilidad, aunque el dolor lo conocía sólo él. "Tengo que ver cómo me levanto mañana. He sido precavido estos días porque después de un año sin jugar es difícil jugar torneos al máximo nivel y nunca sabes cómo va a reaccionar el cuerpo", afirma un Nadal que ya piensa en el Open de Australia. "Espero que no sea nada importante y tener la oportunidad de entrenar la semana que viene y jugar en Melbourne. Pero ahora mismo no estoy seguro al cien por cien", advierte.
En este sentido, el balear trata de calmar a los más agoreros. "El dolor fue en una zona parecida a la que me operé el año pasado, pero diferente. Como más muscular. El pasado año fue el tendón y esto es más como un músculo cansado. No es lo mismo del año pasado, porque entonces lo noté al momento y esta vez no noté eso", avisa.
"Espero que sea solo eso y que el músculo esté cansado. Eso sería un proceso normal. Si es así, perfecto. Confío en que mañana o pasado la sensación de la pierna esté bien, pero si no es así, me haré pruebas. Ahora hay que mantener la calma y ver cómo me levanto", reitera el balear, que no quiere achacar a ese problema la derrota ante Jordan Thompson en Brisbane. De hecho, pese a que tuvo el partido ganado y desperdició tres bolas para hacerlo, da mucho mérito al encuentro que ha hecho su rival.
"Ha sido un partido intenso, muy difícil y que he tenido ganado... bastantes veces. Él ha jugado a un gran nivel. Yo no he tenido la calidad de bola de los días anteriores, pero aun así, he estado en una posición muy favorable para ganar el partido y, probablemente, en un 95 0 98 por ciento de las veces lo habría terminado ganando", señala Nadal, quien pide que se le dé "crédito a Jordan Thompson, que ha hecho un gran partido".