Juan Martín del Potro lleva mucho tiempo lesionado. El tenista argentino siempre fue muy bueno, pero sus muñecas no le permitieron rendir al máximo nivel durante mucho tiempo. Ni tan siquiera le han dejado tener una carrera regular. Aunque él insiste en que su final en las pistas se acerca, no juega desde febrero del año pasado, sigue intentando despedirse de la mejor manera posible. Esa es su intención.
El de Tandil, el mayor referente del tenis de su país en los últimos años, dio una entrevista a Página12 y en ella repasó diversos momentos de su carrera. Del Potro fue de los pocos que consiguió ganar un Grand Slam al Big Four (incluyo a Andy Murray) en aquellos años, junto con Stanislas Wawrinka. Fue en Estados Unidos 2009 cuando venció a Roger Federer tras remontar un 2-0. Parecía que había llegado para instalarse en la élite, pero las lesiones le privaron de ello.
Aquella victoria la ha usado ahora para mostrar su fuerza mental como tenista y ha puesto de ejemplo de todo lo contrario a Carlos Alcaraz: "Alcaraz quedó todo acalambrado después de jugar dos sets con Djokovic y tiene 20 años. Yo con 20 años le gané la final del US Open a Federer. Cuando me tocaba lidiar con algo extra tenístico lo tomaba como un desafío personal. Nunca tuve un problema para ganarles a los mejores, mi problema era curarme de la muñeca. Mi rival más difícil fue mi cuerpo. Yo no tenía miedo de jugar contra los mejores. Mi propósito siempre fue reinventarme para ir por lo imposible", espetó el tenista argentino.
Recordemos que lo dice por el encuentro de semifinales de Roland Garros que disputaron Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. El encuentro iba igualado a un set cuando al comienzo del tercero el español sufrió calambres y prácticamente ni compitió en esa ni en la cuarta manga. Así que con estas palabras, Juan Martín del Potro le ha dado un 'palo' al actual número 2 del mundo.
El argentino en su mejor época compitió de tú a tú con los grandes. Tanto que además de ganar un Grand Slam consiguió ganar siete veces a Federer, seis a Nadal y cuatro a Novak Djokovic. Un argumento que ha usado ahora para atacar al murciano, mientras quería recordar su gran capacidad mental. A Carlos Alcaraz le queda un larguísima carrera por delante para demostrarle que está equivocado y que lo ocurrido ante el serbio en París no se volverá a repetir,