El mercado de enero cierra en este 2025 algo más tarde de lo habitual, echando la persiana el próximo 3 de febrero. Fecha límite para que se resuelva el futuro de un Ansu Fati que se resiste a dar el paso de abandonar ‘Can Barça’ pero que no tiene sitio en los planes de Hansi Flick. El alemán le mostró su confianza en verano, esperando la mejor versión del internacional español. Un rendimiento que no ha llegado y que se ha visto frenado en seco por las lesiones y los problemas físicos.
“Soy sincero con todos los jugadores y hemos hablado con Ansu sobre su situación. Ya en verano dije que cabía en él dar lo mejor y así ha sido, aunque no ha podido mostrarnos su 100% lo bueno que es, y es una pena”, dijo Hansi Flick durante la previa del partido de Copa ante el Betis, en cuya convocatoria tampoco entró Ansu Fati. Tampoco lo hizo en ninguno de los dos encuentros que el Barça disputó en Arabia Saudí, con motivo de la Supercopa de España que acabó ganando el conjunto culé.
Blanco y en botella. Flick le ha enseñado el camino del adiós a Ansu Fati y éste, ahora, tiene que acabar de decidirse. No lo tiene claro, pues se resiste a dar de nuevo un paso en falso en forma de cesión. La del Brighton, el curso pasado, no le salió como esperaba, pero vive en una continua caída libre cuyo caché dificulta aún más.
Con contrato hasta 2027 y una ficha inaudible para cualquier club de LaLiga, su rendimiento está a años luz de lo que su nómina refleja. Ansu Fati se ha convertido en un auténtico problemón y, por ello, Flick trata de ser claro en su hoja de ruta. No cabe duda; Ansu Fati no tiene sitio en el Barça en la segunda mitad del curso.
De seguir, que está en su derecho, pues los contratos están para hacerlos valer, será carne de grada. Su única vía de solución, por tanto, es un préstamo por seis meses. En LaLiga ha sido relacionado con clubes como Sevilla FC, Betis, Valencia o Girona, siendo este último, quizá el más llamativo para un Ansu Fati que tampoco puede asumir el riesgo de errar una vez más. Su carrera está en juego.
El Barça, lógicamente, quiere perder el menos dinero posible, y eso en España se antoja imposible. Nadie puede afrontar el salario del atacante, que para ello tendría que salir de nuevo al extranjero. Pero claro, el problema ahí radica en lo deportivo. Salir del foco nacional y volver a perderse en Inglaterra o Turquía, donde tiene ‘novias’, es un arma de doble fila.
Ansu Fati necesita llegar y besar el salto. Coger continuidad, confianza y protagonismo. En la Premier ya conocer la liga y el país, por lo que la adaptación sería algo más sencilla. O no, pues uno de sus problemas es que, quizá, nunca acabó de adaptarse al Brighton. Y ahora se le vincula con clubes como el West Ham y el Tottenham.
Graham Potter, sustituto del Lopetegui en el West Ham busca refuerzos. Las lesiones no dan continuidad al alemán Niclas Fulkrug, mientras que Michail Antonio se fracturó una pierna en un accidente de tráfico. Los ‘Spurs’ también rastrean el mercado, pero Postecoglou no se anda con rodeos. O caes de pie o… Que le pregunten a Bryan Gil o Sergio Reguilón.
Hasta el momento, Ansu Fati tan sólo ha disputado 186’ repartidos en ocho partidos diferentes, por lo que en su entorno le hacen ver ya que lo más apropiado es salir, tal y como publica Sport. Llegar a un equipo más modesto, si es necesario, pero jugar cada semana. De lo contrario, le resultará totalmente imposible recuperar el ritmo. Una presión que ayuda a que Ansu Fati tome la decisión, aunque puntualiza dicho medio, también, que hay algunas figuras dentro de su vínculo más cercado que respeta que el jugador no quiera salir. En el Barça, en cualquier caso, lo tienen claro; eso sería un grave error.