Marta Sánchez3 min lecturaNovak Djokovic comenzó el año con un sabor amargo, ya que cayó eliminado en la modalidad de dobles del torneo de Brisbane. El número siete del mundo competía junto a Nick Kyrgios en esta prueba, en el regreso del australiano al tenis tras un largo período alejado de las pistas debido a las lesiones. Pero esta sorprendente unión duró poco, ya que la dupla formada por Nikola Mektić y Michael Venus les derrotó en su segundo partido juntos.
Sin embargo, Nole ya ha podido recuperarse de este golpe y ha vuelto a alcanzar la victoria en la modalidad individual. El serbio se ha impuesto a uno de los grandes rivales de la ATP, Gael Monfils, para acceder a los cuartos de este primer torneo de la temporada.
Djokovic ha recuperado la sonrisa y su mejor nivel sobre las pistas en su duelo contra Monfils en los octavos del torneo de Brisbane. Después de varios errores en la competición mixta, que le pasó factura en el resultado final, ha vuelto a ofrecer un recital en el tenis. El serbio ha superado al francés por un doble 6-3, mostrándose muy superior y dejando puntos muy lucidos.
De esta forma, Nole sigue ampliando la mayor diferencia en el mundo del tenis, con un aplastante dominio de 20-0 victorias sobre el francés, contra el que está invicto. Su próximo reto será este viernes 3 de diciembre, en el que se medirá a Reilly Opelka en busca del pase a la semifinal. El estadounidense ha logrado clasificarse para esta ronda gracias a su victoria contra Matteo Arnaldi, aunque a priori es Nole el favorito para seguir avanzando.
Con esta gran victoria, el serbio quiere seguir cogiendo rodaje en la competición después de dar por finalizada de forma prematura la última campaña. Y este torneo de Brisbane, además de para tratar de levantar el primer título del año, le sirve a Nole para llegar preparado al Open de Australia, la gran cita en la que los mejores de la ATP se verán las caras.
El número siete del ranking ya ha 'amenazado' a sus principales rivales, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, de que su intención es seguir conquistando títulos, especialmente los Grand Slam, y volver a la cima de la ATP. Y en unos días tendrán la prueba de fuego, enfrentándose en el Abierto de Australia por ver quién se lleva el primer grande del año.