Novak Djokovic ha aparecido poco después de proclamarse campeón olímpicos en los Juegos de París 2024. Se le vio en la celebración en Belgrado, en la que volvió a incidir en un posible adiós al tenis y nada más. De hecho, renunció al Master 1.000 de Cincinnati y llegará al US Open sin haber jugado nada en pista dura desde marzo.
Sin embargo, eso no quita que esté muy atento a todo lo que sucede en el mundo del tenis. En el torneo norteamericano ya pudo comprobar que no perderá el número dos del mundo antes del próximo Grand Slam. La derrota de Carlos Alcaraz ante Gael Monfils lo deja todo como estaba, con el español algo más cerca y con los dos teniendo que defender muchos puntos en Nueva York.
Aunque no es de eso de lo que más se ha hablado. La atención en los últimos días ha estado en el partido que el viernes disputaron el canadiense Felix Auger-Aliassime y el británico Jack Draper. Ganó el segundo en un ajustado tercer set, pero lo hizo después de que el juez de silla concediera un último punto polémico, que protestó Auger -Aliassime y que, en la televisión, se vio claramente que tenía que haber ido a parar al norteamericano y no al británico, que fue el que se lo llevó.
La bola había botado dos veces en la pista de Draper cuando él llegó al botepronto, pero el árbitro consideró que sólo había dado un bote y dejó sin opción para reaccionar al canadiense. Ante esto, han sido muchos los que se han pronunciado, pero pocos de forma tan dura y contundente como Djokovic.
"Es vergonzoso que no tengamos una repetición en vídeo para este tipo de situaciones en la cancha. ¡Lo que es aún más ridículo es que no tenemos la regla que permitiría a los jueces de silla cambiar la decisión original basándose en la revisión en vídeo que se realiza fuera de la cancha!. Todos los que vieron la acción por la televisión tienen claro lo que sucedió, pero los jugadores se quedan en la más completa oscuridad, sin saber cuál es el resultado", afirma el número dos del mundo, que no entiende que se use la tecnología tanto en algunos lugares y torneos, hasta quitar a los jueces de línea, y no ocurra lo mismo en casos más decisivos, como éste.
"Tenemos ojo de halcón para las revisiones de los botes de pelota, vivimos en el siglo XXI, estamos avanzados tecnológicamente... Por favor, dirigentes del circuito ATP, encárguense de que esta tontería no vuelva a suceder", publicaba Novak Djokovic en redes sociales.
El enfado es lógico, ya que ha dejado en un muy mal lugar al tenis, que fue de los deportes pioneros a la hora de usar la tecnología, pero que también se muestra muy conservador en situaciones como ésta.