Simplemente intratable. El italiano Jannik Sinner ha conquistado el primer Masters 1.000 de Miami de su carrera al ganar por 6-3 y 6-1 al búlgaro Grigor Dimitrov en la final, lo que le permitió además alcanzar la segunda posición en el ranking de la ATP a costa del español Carlos Alcaraz, quien se ve relegado a la tercera plaza.
A sus 22 años, Sinner incrementó a 22-1 su balance total en su extraordinario 2024, en el que agregó el trofeo de Miami al Open de Australia y a Rotterdam. En total, ha ganado 24 de sus últimos 25 partidos y 41 de 44 desde el último US Open. Decir que está en forma suena a perogrullo.
Lo cierto es que el italiano superó la que había sido una importante barrera en anteriores ediciones del torneo estadounidense, ya que había perdido las finales de 2021 contra el polaco Hubert Hurkacz y la de 2023 contra el ruso Daniil Medvedev, antes de ganar en Miami su segundo título Masters 1.000 tras el de Toronto 2023. A partir de este lunes, Sinner alcanzará el número dos del ránking, la mejor posición de su carrera, y la arrebatará a un Alcaraz que fue eliminado en los cuartos de final de Miami precisamente por Dimitrov.
Aunque Sinner sobrepase ahora a Alcaraz, el español debe quedarse con el hecho de ser el único jugador que ha logrado ganar al italiano en esta temporada, algo que hizo hace dos semanas en las semifinales de Indian Wells, camino del título conquistado en la final contra Medvedev.
La irrupción de Sinner en el tenis mundial es ya más que un hecho. Habiendo ganado en Florida dejándose un solo set por el camino, se ha convertido en el primer italiano capaz de ganar este torneo y el único en haber alcanzado la segunda posición en el ranking mundial. Además, también acabó 2023 conquistando la Copa Davis con Italia, un título que el país transalpino no ganaba desde 1976.
Volviendo a la final en Miami, esta apenas duró 73 minutos en lo que fue un auténtico monólogo de Sinner. Aunque Dimitrov tuvo la primera oportunidad de rotura, cuando estaba 2-1 arriba en el primer set, Sinner se la anuló y convirtió su bola de 'break' a favor en el juego siguiente con un gran 'drive' paralelo pasante para dar el primer golpe al partido.
Esa fue la primera piedra en una perfecta edificación del transalpino, quien se llevó el primer set por 6-3 ante Dimitrov, quien en su camino hacia la final había dado cuenta de Alcaraz y el alemán Alexander Zverev. El búlgaro intentó plantar batalla, pero no pudo conquistar el que sería su segundo título Masters 1.000 tras el de Cincinnati 2017 al no encontrar fisuras en el juego de Sinner, quien cerró el encuentro con una segunda manga casi perfecta (6-1) antes de prepararse para la temporada sobre tierra batida.