El mundo del tenis ha vivido este 2024 un año muy duro en lo que a despedidas de refiere, sobre todo con la última, la que tuvo lugar en la final a 8 de la Copa Davis, el momento elegido por Rafa Nadal para decir adiós. Y es que estamos viendo como poco a poco se va apagando una era que nos ha regalado algunos de los mejores partidos de siempre. Hace dos años se bajó del circuito Roger Federer, este Wimbledon, Andy Murray, y hace dos años también se apagó la llama de uno de los mayores "y sí" de la generación, Juan Martín del Potro, que tras un calvario de lesiones le puso fin a su carrera.
El de Tandil, uno de los pocos que llegó a competir de tú a tú contra el 'big three', no pudo llegar a explotar todo su potencial por las lesiones. La muñeca, la rodilla y un sinfín de molestias más grandes o más pequeñas que le hicieron un asiduo del quirófano y que no le dejaron desplegar su talento, aunque sí que logró hitos como un US Open en 2009 o dos medallas olímpicas, un bronce en 2012 y una plata en 2016. Pese a llevar dos años retirado, ahora va disputar un partido de homenaje ante Novak Djokovic el 1 de diciembre, pero antes ha querido abrirse con un vídeo de 12 minutos en el que cuenta su calvario.
Todo empezó en 2019, cuando pasó por una operación 'rutinaria' para arreglarse la rodilla y desde entonces llegó un sinfín de problemas. De hecho, cuando dijo adiós al tenis en 2022 en Buenos Aires tras perder con Delbonis pasó por quinta vez por el quirófano, pero no funcionó, y desde entonces todo ha ido a peor, a mucho peor. "Entre entre cirugía y cirugía probaba tratamientos, debo tener más de 100 inyecciones en la pierna, en la cadera y en la espalda. Me infiltraron, me sacaron, me analizaron, me quemaron nervios, me bloquearon tendones…un sufrimiento a diario que lo tengo ahí. Así vengo desde aquel día con Federico hasta hoy".
Pero va desde más atrás y ya lleva cinco años de un tremendo sufrimiento, hasta el punto de que ha dejado de hacer una vida normal y no puede ni siquiera subir una escalera sin dolor. "Todo empezó en aquella primera cirugía… cada vez que lo pienso me genera muchísima emoción mala, me da mucha bronca, mucha impotencia, pero no lo puedo cambiar". Y esto le está afectando también a la cabeza, porque este sufrimiento diario es una cruz que lleva con él." A veces no tengo más energía, me consume mucho lo de la pierna, me consume anímicamente todo porque no solo estoy en esa búsqueda de mejorar, sino que además padezco el día a día. Yo me levanto y tomo entre 6 y 8 pastillas, entre un protector gástrico, un antiinflamatorio, un analgésico y otro para la ansiedad".
Pese a que está retirado y bastante mal, se va a regalar, tanto a sí mismo como al público, un último baile, jugando este domingo con Djokovic en Argentina. "Quiero llegar lo mejor posible la este partido con Novak. Es un evento para decir adiós, ya no hay más vuelta atrás. El toque final se lo da Djokovic, que fue muy generoso en aceptarlo y venir". Por quiere darle un gran recuerdo de Argentina a Nole, y sobre todo, disfrutar de sus unas horas de tenis. "Si al menos pudo tener durante unas horas algo de paz en mi pierna, volver a dar algo dentro de una cancha de tenis, sería muy bonito. Poder devolverles desde dentro y junto a Novak todo ese amor y cariño.”