Si, como suele decirse, uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, este
27 de abril es un día con una abrumadora carga de nostalgia para toda la familia del
Sevilla Fútbol Club, que actualmente se ve privada de todo lo que disfrutó tal día como hoy de
hace 14 años: buen fútbol, una victoria con el Ramón Sánchez-Pizjuán lleno hasta la bandera, la oportunidad de alzar un título europeo y con el
Real de la Feria repleto de casetas en las que dar rienda suelta a todo el recocijo acumulado con el
inolvidable golazo de Antonio Puerta al Schalke 04, en la vuelta de las semifinales de la entonces llamada
Copa de la UEFA.
Casi todas estas pérdidas son reversibles. El coronavirus será doblegado. El fútbol, tarde o temprano, volverá a congregar a cientos de fieles en Nervión y el Sevilla, con sus estructuras tan consolidadas, optará a tocar plata de nuevo; pero, por desgracia, el destino no podrá subsanar nunca la aún hoy llorada pérdida del
eterno '16'. De un canterano que contempla orgulloso desde el tercer anillo cómo el club se ha instalado definitivamente en la elite del fútbol continental. Él mismo, con aquel zurdazo imborrable, derribó una puerta que había permanecido inexpugnable durante 100 años.
Porque, si bien cuentan las lenguas antiguas que un
14 de octubre de 1905 nació una ilusión (y otras, aún más antiguas, han retrocedido luego hasta un 25 de enero de 1890-,
el 27 de abril de 2006 es la tercera fecha fundacional del
Sevilla. Aquel día cargado de simbolismo, en el minuto 100 del curso del centenario, el balón recorría el balón de banda a banda, volando desde los dominios de
Dani Alves y Jesús Navas en la banda derecha y botando dos veces en el vértice izquierdo del área grande, presto para ser impactado por la
Zurda de Diamante y alojarse en el fondo de las redes de la portería alemana, dejando vista para sentencia la semifinal y sellando la primera final europea del conjunto blanquirrojo.
Mientras
Nervión entero se rompía la garganta,
Maresca corría para agarrarse al cuello del bueno de
Antonio y propiciaba que fuese colmado a besos por la piña sevillista, aún nadie habría acertado si quiera a imaginar lo que supondría aquel golazo.
Después de
Eindhoven llegaron
Mónaco, Glasgow, Madrid, Barcelona, Turín, Varsovia y Basilea. Cinco títulos de la
UEFA Europa League, dos
Copas del Rey, una
Supercopa de Europa y otra de
España. Y todo eso lo empezó
Antonio José Puerta Pérez. El mítico dorsal 16 llevaba un premonitorio '27' a la espalda aquel Jueves de Feria. La historia del Sevilla más grande de todos los tiempos comenzó un 27 de abril.
Feliz cumpleaños.