Muchos y buenos (pues se resisten a filtrar demasiados detalles) son los amigos que
Monchi guarda en Sevilla tras toda una vida, prácticamente, dedicada a la entidad nervionense. De ahí que no sea de extrañar, en cierta manera, el encontronazo tenido en la Feria con el expresidente José María del Nido, con el que comparte también amistades que, sin duda alguna, le habrán transmitido las
bondades del futuro proyecto y lo que ello supondría para su lucha particular con el actual presidente José Castro.
Como ED ha podido conocer, todos los que han tenido el privilegio de hablar detenidamente con Monchi desde que se puso al frente de su segunda etapa como planificador deportivo en Nervión, coinciden en lo
"ilusionante" del nuevo proyecto que el de San Fernando tiene en mente para el
Sevilla FC 19/20, tanto
en lo deportivo como en lo que al
modelo de trabajo se refiere, muy
"ambicioso".
Todos caen en lo mismo: la sonrisa que esbozaron sus caras al conocer de primera mano las aspiraciones del actual director general deportivo blanquirrojo, quien ha vuelto con más ganas, si cabe. Pese a las dificultades para conocer detalles, pues Monchi se rodea bien, el exguardameta habría detectado en estos dos meses de trabajo una
carencia de físico que desea reponer, siendo su objetivo claro:
configurar un modelo ganador que compita al más alto nivel y que sea capaz de hacerlo en cualquier terreno de juego. La empresa, lógicamente, no se antoja sencilla, pues hay 23-24 jugadores con contrato en vigor y a muchos habría que darles salida. En la futura plantilla, a priori,
sólo tendrán cabida futbolistas "que compitan" y "que transmitan".La virtud, entiende el de San Fernando, debe estar en el término medio y, por ello, dos aspectos que deben destacar en la futura plantilla sevillista serán el físico (algo a reforzar) y la calidad, de lo que está bien servida, aunque todo es mejorable. Todo ello, sin querer menospreciar al actual plantel y el trabajo realizado por Caparrós y sus adjuntos, poniendo de relieve movimientos como el de Munir o Dabbur, sin ir más lejos. Ese, 'grosso modo', es el ideario perfecto de Monchi para intentar dar la campanada el próximo año.