La pelea entre el exboxeador Mike Tyson y el youtuber Jake Paul ha sido pospuesta debido a un problema con una úlcera que sufrió el antiguo campeón del mundo durante un vuelo. Los organizadores de la pelea han informado que, después de una consulta médica, los doctores le han recomendado a Tyson no hacer entrenamiento físico fuerte hasta después de unas semanas.
Tanto ‘Iron Mike’ como Paul acordaron que no valía la pena hacer la pelea, que será profesional, el 20 de julio próximo como estaba programada, si ambos no se encuentran en su mejor forma física.
La siguiente fecha se anunciará el 7 de junio y se realizará en el mismo inmueble, el AT&T Stadium de Arlington, Texas, en el transcurso de este año. “Jake Paul, a lo mejor este tiempo extra te ayudará a ganar tiempo, pero te prometo que al final serás noqueado y echado del boxeo”, afirmó Tyson.
En su corta carrera como boxeador Paul, de 27 años, suma nueve triunfos, seis por la vía rápida, y una derrota; un récord que se opaca ante el de la leyenda de los pesos pesados Mike Tyson, quien a los 57 años presume 50 triunfos, 44 vía nocaut, y sólo seis derrotas.
Además del duelo Paul-Tyson, la función del 20 de julio tenía como pelea coestelar la revancha entre la puertorriqueña Amanda Serrano y la irlandesa Katie Taylor, por los títulos de peso súper ligero. No se mencionó en la nota de prensa si este combate también cambiará de fecha.
Fue en la llegada de un vuelo Miami-Los Ángeles, cuando Mike Tyson tuvo que ser atendido de urgencia por “náuseas y mareos debido a una úlcera que le brotó 30 minutos antes del aterrizaje”.
Tyson utilizó su cuenta oficial de X (antiguo Twitter), para dejar claro cómo se encontraba: “Ahora me siento al 100%. Aunque no necesito estarlo para vencer a Jake Paul”.
Y mientras algunos seguidores le animaban para este combate, la gran mayoría le mandó mensajes de alerta para que se cuidara su salud. Y es que según una fuente de In Touch Weekly, Mike Tyson sufrió “algún tipo de emergencia médica en el avión” y los paramédicos abordaron. Antes de que llegaran, el vuelo emitió un anuncio pidiendo un médico con un mensaje que apareció incluso en las pantallas de todos. Dicha atención médica obligó a que el vuelo 1815 de American Airlines mantuviese retenidos a los pasajeros durante 23 minutos antes de bajar del avión.