JUEGOS PARALÍMPICOS

La nueva esperanza de Elena Congost

Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español, ha solicitado una beca para la maratoniana catalana después de ser descalificada por soltar un segundo la cuerda de su guía para que este no se cayera

La nueva esperanza de Elena Congost
Elena Congost todavía mantiene un hilo de esperanza para que le devuelvan su medalla de bronce. - CORDON PRESS
Alberto GálvezAlberto Gálvez 5 min lectura

La última jornada de los Juegos Paralímpicos de París 2024 dejó una triste e inhumana noticia que dejó encogido el corazón de muchos españoles y de gran parte del mundo del deporte. Porque la barcelonesa Elena Congost, ejemplo vivo de superación constante, fue descalificada tras acabar tercera en el maratón por soltar la cuerda que la unía a su guía a escasos metros de la meta.

Las reglas están para cumplirlas sí, pero también para suavizarlas o hacerlas más flexibles cuando se trata de personas que ya deben superar numerosos obstáculos en su vida como para ahora no obtener el reconocimiento y el premio merecido a tantas horas de trabajo.Y para colmo, el hecho en sí de soltar la cuerda se debió a que su guía, Mia Carol Bruguera, sufrió calambres en los últimos metros. Y la catalana tuvo el acto reflejo de soltarla y cogerle para que no se cayera. Ambos detuvieron el crono en 3:00.48, marca personal de la catalana, y la cuarta participante llegó cuatro minutos más tarde. Juzguen ustedes mismos si la decisión es justa o no.

En el Comité Paralímpico Español pensaron primero que fue descalificada porque Mia hubiese entrado a meta antes que ella, pero no, fue por el hecho de soltar la cuerda. Y la barcelona lo reconocía al recibir la triste noticia: "Estoy destrozada porque tenía la medalla. También súper orgullosa de todo lo que he hecho, aunque al final me descalifican porque a diez metros de meta dejo ir la cuerda un segundo porque una persona a mi lado se va de morros al suelo y vuelvo a coger la cuerda y entramos a meta".

Sin embargo, la historia más injusta de unos Juegos que quieren ser ejemplo de integración y superación puede acabar con un final feliz. Al menos, Elena ya ha recibido la primera alegría. Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español, ha informado que en la próxima reunión del panel de decisión plantearán la concesión de una beca para la maratoniana catalana. Sin duda, el primer objetivo por el que luchan todos, para poder seguir practicando sus respectivos deportes, y que lo hubiese tenido de haber conseguido dicha medalla.

Después de un recurso que no prosperó, y tras analizar la situación, en la que Elena soltó un segundo la cuerda como acto reflejo, el CPE ha decidido valorar el trabajo realizado por la atleta catalana: "Considerando la magnífica actuación realizada hoy por Elena, plantearemos la concesión de una beca en la próxima reunión del panel de decisión que compartimos con el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Deportes de Personas Ciegas".

Asimismo, le ha transmitido su correspondiente mensaje de felicitación tras el gran papel realizado en tierras parisinas: "Felicitamos a nuestra magnífica deportista y a su guía por el gran maratón realizado en la conclusión de los Juegos Paralímpicos de París 2024. Mañana la familia Paralímpica volverá a casa felices y orgullosos de nuestros Paralímpicos con 40 medallas que deberían haber sido 41 y con nuestro agradecimiento por ayudarnos todos a hacerlo posible".

Un último intento del Comité Paralímpico Español

El Comité Paralímpico Español está preparando un escrito para solicitar a la Federación Internacional de Atletismo Paralímpico (World Para Athletics) la concesión de la medalla de bronce a Elena Congost y su guía Mia Carol, en la prueba de maratón, clase T12 de discapacitados visuales, tras su descalificación en la última jornada de los Juegos de París.

Dicha reclamación del CPE tratará de apelar al acto reflejo de una persona, exponiendo que la pareja española llegó a meta aventajando en casi cuatro minutos (3h04:23) a la japonesa Misato Michisita y que la incidencia de soltar un segundo la cuerda no influyó en el resultado.