Según la última Memoria social del seguro de Unespa, este tipo de pólizas tienen un carácter notablemente familiar e intergeneracional.
El
seguro tiene una
función protagonista en los
sepelios en España. Así, en 2015, el sector se hizo cargo del entierro de 247.190 personas, el 56,7% de los fallecidos en el país el pasado año. Esta es una de las ideas que se desprenden del estudio realizado por la Memoria social del seguro, elaborada por Unespa.
El
seguro de decesos es después del de automóviles, el ramo con mayor capilaridad en España. No en vano, 21,1 millones de personas de los 46,8 millones de residentes en España (un 45% de la población) están protegidas por una de estas pólizas, de acuerdo con datos recabados por ICEA.
La comunidad autónoma con mayor número de pólizas es Extremadura, donde el 67,6% de la población se encuentra asegurada. Le siguen por relevancia Asturias (62,9%) y
Andalucía (59,9%). Pero incluso en las regiones donde el seguro de decesos tiene un peso comparativamente bajo, su presencia sigue siendo perceptible. Es el caso de Baleares (21,2%), Navarra (21,8%) y La Rioja (27,7%).
Otro dato a tener en cuenta de este tipo de pólizas es su carácter notablemente
familiar e intergeneracional. Así lo demuestra el hecho de que su capilaridad oscila entre el 40% y el 56% entre todos los adultos.
La gran mayoría de las inhumaciones (171.969) se produjeron en la misma localidad donde ocurrió el
fallecimiento. En 74.693 casos, un 30% del total, fue necesario trasladar el cadáver de una población a otra dentro del territorio nacional. Asimismo, hubo 527 personas que fallecieron en el extranjero y cuyos cuerpos fueron repatriados.
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