La economía de la
UD Almería es muy poderosa desde la llegada de
Turki Al-Sheikh a la propiedad del equipo indálico. Muy atrás quedan ya los últimos años de la gestión del expresidente
Alfonso García, marcados por una política de fichajes muy austera.
A pesar de que el Almería haya conseguido reforzar su economía gracias a la fuerte inversión del jeque saudí, sigue teniendo algunos problemas a la hora de cuadrar
el límite salarial que marca LaLiga, muy por debajo del potencial económico real del club almeriense.
Es por ello que muchos fichajes se han realizado con vistas
a pagar más en un futuro, ampliaciones de contrato multianuales para que
la amortización anual del fichaje sea menor y, por tanto, tener más margen salarial. Con lo que seguramente no contaba el Almería era
librarse, precisamente, de uno de esos gastos extra.
El fichaje de
Lucas Robertone se realizó el verano de la temporada pasada. A pesar de que el
Celta estuvo interesado en su fichaje, el centrocampista argentino abandonó
Vélez para sumarse a la disciplina rojiblanca. Robertone estaba, y está, a ser llamado uno de los baluartes del equipo y uno de los pilares fundamentales en el centro del campo.
No en vano el Almería desembolsó ese mismo verano unos
5 millones de euros para hacerse con los servicios del centrocampista de Concordia. Esa cantidad de dinero correspondía al
50% de los derechos de Robertone, por lo que en el caso de hacer una venta, la mitad del dinero de la venta iría a parar a las arcas de Vélez.
La cosa no quedaba ahí ni mucho menos. Y es que
el Almería acordó con Vélez hacerse con el 30% de Lucas Robertone si se cumplían una de estas dos variables: si el club almeriense subía a LaLiga o si Robertone llegaba a disputar la cifra de
60 partidos con la zamarra rojiblanca.
Todo apuntaba a que sería esta temporada cuando esa cláusula se debería ejecutar. Robertone, a pesar de no ser una pieza fundamental la temporada pasada, esta temporada
se ha convertido para Rubi en un jugador franquicia. Desde el primer partido el técnico catalán demostró que el argentino era titular en su equipo. Eso significaba que, a mediados de marzo o abril, Robertone alcanzaría los 60 partidos con el Almería.
Sin embargo, todo ha cambiado tras la
lesión que sufrió el centrocampista argentino durante el partido contra Las Palmas. Una lesión que le mantuvo
dos meses en el dique seco aunque al principio parecía que podía volver antes, pero una recaída en su recuperación alargó los plazos hasta el punto de que se perdió
diez jornadas de liga.
Tras su última aparición el domingo con el Almería, el bueno de
Lucas suma 41 encuentros disputados desde que llegó al Mediterráneo. Las cuentas son bien sencillas: suponiendo que el Almería no progresa en la Copa del Rey, solo le restaran 21 partidos de liga a la temporada. Por lo que
si Robertone se pierde dos partidos de lo que resta, el Almería no tendrá que pagar 3 millones de euros en este ejercicio.
En cambio, si se llegara a cumplir la otra variable, la del ascenso, el club tendría que seguir pagando los tres millones estipulados en el traspaso del argentino, pero lo haría en la siguiente temporada y con un margen salarial mucho más amplio al estar en Primera.