Entre lesiones y sanciones,
el centro del campo del Málaga parece casi confinado. Son muy pocos los efectivos que tiene a su disposición
José Alberto López para el partido ante el
Ibiza de este sábado a las 21 horas.
A la lesión de larguísima duración de
Luis Muñoz se le sumó esta semana la de
Genaro,
operado satisfactoriamente del menisco externo de su rodilla izquierda pero con un tiempo estimado de baja de unos dos meses. Un grave percance que llega justo antes de un encuentro para el que también serán baja
Escassi y Jozabed.Ambos jugadores vieron cartulina amarilla en el último partido de Liga y con ella alcanzaban las cinco.
El Comité de Competición les sancionó con un encuentro a pesar de que, por ejemplo, la tarjeta que recibió Jozabed fue por quejarse al árbitro después de que este estuviera mal colocado y obstaculizase claramente un disparo con mucho peligro sobre la portería del Sporting en la recta final del choque. Nada que hacer.
Con esas cuatro ausencias,
el técnico malaguista sólo puede contar con Ramón Enríquez y con el recién llegado Aleix Febas como futbolistas del primer equipo para formar el centro del campo.
Isma Gutiérrez, con dorsal del filial pero fijo entre los mayores, podría ejercer el rol de pivote defensivo, aunque ha quedado claro que no se cuenta demasiado con él.
Hay otras opciones, quizás más descabelladas, para suplir a Escassi y a Genaro. Pasarían por acordarse de
Alberto Quintana, del filial y que ya debutó la pasada temporada, o subir a
Lombán al medio campo, una zona donde no actúa desde los tiempos de
Víctor Sánchez del Amo como entrenador.
Dani Lorenzo, quien ya ha deslumbrado esta campaña tanto en Copa como en Liga, tiene un rol mucho más creativo y para eso ya tiene a Ramón y a Febas.
Es el principal quebradero de cabeza que tiene un
José Alberto que ya reconoció que la pareja Ramón-Febas es muy atractiva de ver pero que el equipo necesita equilibrio. Y en esas anda, dándole vueltas a cómo solucionar el puzzle del centro del campo.