La Liga en Segunda también para el próximo fin de semana por la disputa de la Copa del Rey y de la Supercopa de España, y el
Málaga aprovechará, como tantos otros, para descansar. Pero antes,
el viernes, disputarán un partido amistoso para mantener el ritmo competitivo. Será en
La Rosaleda, a las 11 de la mañana, ante el
Puskas Akadémia, uno de los equipos más potentes de la
Primera división de Hungría.
Es de hecho, el actual subcampeón y ahora marcha tercero. Desde el día 5 de enero se encuentra realizando un stage invernal entre
Marbella y
Sotogrande (Cádiz), donde habrán jugado dos partidos más antes del enfrentamiento ante el Málaga. Tras ese duelo en el estadio blanquiazul volverán a su país para reiniciar la competición.
Una buena piedra de toque para que los recién llegados,
Vadillo y Febas, continúen su integración al grupo, al mismo tiempo que servirá de oportunidad para que los menos habituales también puedan ponerse en el escaparate del técnico. Y para que aquellos que salen de lesiones alcancen cuanto antes su mejor pico de forma, algo absolutamente necesario si quieren engancharse al carro en este inicio de segunda vuelta.
Opción también para que el cuerpo técnico pruebe diferentes sistemas de juego una vez que se demostró
ante el Sporting que otro estilo es posible, sin un medio centro defensivo y con un doble pivote de mayor creatividad, como podría ser el formado por
Ramón y Febas, quienes se complementaron bien durante la segunda parte del encuentro ante los asturianos.
Después de ese encuentro, dos días libres para iniciar después la preparación del duelo ante el
Ibiza, el segundo consecutivo en casa, donde se intentará romper la racha de tres partidos sin ganar como locales.