La locura de los aficionados del Málaga

La locura de los aficionados del Málaga
- César Suárez
César SuárezCésar Suárez3 min lectura
Día 3 de enero. Unos tres grados de temperatura en Alcorcón, con una sensación térmica inferior en un estadio tan desprotegido como Santo Domingo. Y allí, a las nueve de la noche, aguantando estoicamente, unas cuantas decenas de valientes malaguistas animaban a su equipo para que consiguieran su primer triunfo a domicilio y acabaran así con la racha de un solo punto de los últimos doce posibles.

El Málaga no se sintió como en La Rosaleda, obvio. Pero casi. No se puede quejar, ni lo hace, por supuesto, del calor que le brindaron sus fieles aficionados. Ubicados en uno de los fondos del estadio alfarero, incluso se escuchaban sus gritos ante la pasividad y el enfado del público local. Y estallaron de alegría cuando Paulino acertó a cabecear el balón que significaría el 0-1 y valdría el triunfo.

"Lo de la afición es para quitarse el sombrero. Es de locos", decía Ramón Enríquez al término del encuentro, añadiendo que "a 3 de enero se planten en Alcorcón, con el frío que hace, y se escuche más a ellos que a la otra afición€ es para quitarnos el sombrero. Por parte del vestuario estamos muy agradecidos".

Y no era el único que flipaba con los seguidores blanquiazules. José Alberto López, discutido por un sector del malaguismo, tampoco escatimaba elogios. "Un lunes, 3 de enero, después de las fiestas, con la situación que hay con el virus y se presentan muchas personas. Son la hostia. Han disfrutado y se lo merecían. Ellos quieren a su equipo más que a nadie. Lo han visto ganar y han sabido sufrir con su equipo. Esta victoria también va para ellos".

En el vestuario, ni siquiera los más veteranos dejan de sorprenderse. La mayoría de canteranos subió al primer equipo con los estadios vacíos en plena pandemia. Para ellos también es novedad jugar ante tanta gente. Como para los que han llegado en las dos últimas campañas. ¿Pero esto qué es?, se preguntan. Ya van conociendo la respuesta.