Entre tanto lesionado, alguna buena noticia tenía que recibir el cuerpo técnico del
Málaga de cara al último partido del año, el que les enfrentará en
La Rosaleda al
Leganés este sábado a las 16 horas. Dos de los fichajes de este curso futbolístico que, por unas razones u otras, no han rendido como se esperaba, podrían finalizar 2021 con un buen sabor de boca si, como parece, superan sus respectivos problemas físicos y se recuperan para jugar ante a los pepineros.
En el caso de
Antoñín,
la inflamación de la rodilla se ha reducido y este miércoles ya ha podido realizar una parte de la sesión de entrenamiento con el resto de los que no jugaron en la Copa ante el
Rayo Majadahonda. Su vuelta al equipo sería una gran noticia para un
José Alberto que tendrá que lidiar con la ausencia de un intocable como
Paulino, quien sigue guardando reposo absoluto en casa con una neumonía bilateral.Por su parte,
el ex bético Isma Gutiérrez también parece que llegará a tiempo una vez que
el tobillo ha dejado de darle problemas. Su fuerte esguince parece evolucionar muy bien y su presencia, al menos en la convocatoria, ayudaría a paliar el déficit de centrocampistas que maneja el entrenador, que sólo cuenta con
Escassi y Genaro más la ayuda del filial
Dani Lorenzo.
La lesión de Isma le ha llegado en el peor momento posible, cuando podría haber encadenado varias titularidades y sumar más minutos de los escasos 54 que lleva acumulados en Liga. Ahora tendrá que seguir peleando con los habituales más la incorporación de un Lorenzo que ha demostrado que tiene mucho fútbol en sus botas.
El resto de jugadores con problemas físicos tendrán que esperar hasta después del parón navideño, ya en enero, para volver a contar en los planes del entrenador blanquiazul.