Carlos Sainz tenía ganas de fiesta en Las Vegas como se vio en la Clasificación del sábado. Su segunda plaza en la parrilla de salida invitaba al optimismo para ver salir campeón al madrileño en la Ciudad del Pecado. Pero ha sido precisamente un pecado de Ferrari lo que ha acabado sacando de quicio al español.
Sainz apenas ha celebrado su podio como tercero, el 26º de su carrera deportiva, y con cara seria abandonó el paddock tras bajarse de su monoplaza. Luego reconoció que, viendo el ritmo de los Mercedes, era imposible ganar. Pero lo que no se esperaba el español era el error de su equipo en pleno ecuador de la carrera.
Ocurrió en la vuelta 28, cuando le confirmaron que podía entrar en boxes y él se preparó para acudir a la zona de pit lane y, en última instancia, le comunicaron que no estaban preparados, por lo que no podrían hacerle el cambio de neumáticos. A tremendo lío Carlos contestó: "¡Vamos a espabilar chicos!". Finalmente, pasó por ellos dos vueltas más tarde.
"El inicio ha sido un poco de shock, porque esperábamos ser fuertes con los medios y sólo duraron ocho o nueve vueltas. No estaba cómodo con el coche. Podría haber sido mejorable. Esperaba que Las Vegas me devolviera algo después de lo que pasó el año pasado con las alcantarillas y esto es como una compensación", señaló Sainz tras bajarse de su monoplaza.
Cuestionado por el error de su equipo, manifestó lo siguiente ante los micrófonos de DAZN: "Nos hemos liados entre todos, por eso no hemos ejecutado una buena carrera. Todavía estoy esperando a que me expliquen qué ha pasado".
Sobre si creía que de no haber cometido ese fallo Ferrari podría haber optado a algo más, el madrileño fue sincero: "No creo porque no teníamos el ritmo de Mercedes. Cuando un piloto sale décimo y acaba segundo está claro que ellos tienen más ritmo. Así que igualmente hubiese terminado detrás de Hamilton".
Y en este sentido, ha resaltado el problema que ha tenido durante toda la carrera: "El auto generaba mucho graining delantero y no podíamos hacer el ritmo que queríamos".
Por último, quiso aprovechar la ocasión para felicitar a Max Verstappen por su cuarta corona mundial: "Le doy la enhorabuena porque ha hecho un añazo, el cuarto añazo, así que se merece el Mundial y ha sabido aprovechar el coche dominante al principio y gestionar sus debilidades al final cuando no tenía el mejor coche".