El base checo Tomas Satoransky, de los Chicago Bulls de la NBA, ha calificado como "inolvidable" la final a cuatro de la Eurocopa de baloncesto que jugó hace diez años en Treviso (Italia) con el Cajasol de Sevilla, cuando el conjunto hispalense se proclamó subcampeón continental.
Satoransky ha recordado, en declaraciones a EFE, que la andadura por aquel torneo fue "bastante sufrida", ya que los sevillanos se tuvieron que "jugar la clasificación del grupo en Jerusalén, una pista muy difícil, pero a partir de la siguiente fase, la pista se llenaba y la afición estaba loca con el equipo".
El jugador centroeuropeo afirmó que "fue muy especial viajar a Treviso", donde el Cajasol eliminó en semifinales al Benetton, anfitrión y gran favorito para el título, en "un gran partido" en el que "en la pista salió todo lo que se había preparado", pero ya no hubo "tiempo para preparar la final" contra el Unics Kazán ruso.
Satoransky admitió que "acabaron demostrando que eran el mejor equipo de la competición" y el desenlace "fue un poco triste por haber estado tan cerca de haber hecho historia con Cajasol: de haber tenido más tiempo para preparar el partido, igual la historia habría sido diferente", comentó.
El baloncestista checo ha asegurado que "Sevilla siempre será" su "segunda casa", ya que llegó "siendo un niño con 17 años" y tuvo vivencias "tan especiales como aquella Final Four de Treviso" en la "primera temporada en la que tenía que asumir un rol más relevante, con más responsabilidad".
Joan Plaza, actual entrenador del Coosur Betis y también en el banquillo durante aquella final a cuatro, ha señalado que "fue una alegría inesperada, una experiencia satisfactoria, algo bonito" porque "nadie apostaba por Cajasol", pero "se logró porque la comunión con la gente fue extraordinaria", algo que lo hace sentir "orgulloso".
El ala-pívot francés Tariq Kirksay, uno de los capitanes de ese plantel y componente del quinteto ideal de la competición, recuerda los dos partidos de Treviso como "un fin de semana mágico donde Cajasol representó a Sevilla al máximo nivel, fue increíble vivir ese ambiente, fue simplemente felicidad".
Kirksay, actual director deportivo del Montpellier, alabó el "gran trabajo de 'coach' Plaza", no sólo por "armar un plan para ganarle al Benetton", sino por ensamblar "una plantilla con jugadores de ocho nacionalidades y antecedentes deportivos diferentes".
El internacional galo recuerda "la final como un partido especial", ya que el Unics Kazan era su "antiguo equipo", que aquel día "fue mejor y por eso ganó. Obviamente, la historia hubiese sido mejor con un triunfo" pero él está "igualmente agradecido" al club sevillano "por haber vivido una experiencia con todas estas personas maravillosas".
"¡Como habríamos celebrado el título en la Feria una semana después...! Sevilla es un lugar al que siempre llamaré hogar porque vivimos dos años de grandeza. Me quito el sombrero con esos éxitos y siempre seré un poco sevillano. Olé", ha concluido Tariq Kirksay.