No pasó apuros
Unicaja para doblegar a un
Real Betis desalmado. Sin brillo, y con su líder espiritual,
Jeff Brooks, muy tibio, los malagueños llegaron a disfrutar de rentas superiores a los 20 puntos. Sin duda, ayer fue el día de
Nemanja Nedovic, sensacional desde la línea de tres (22 puntos).
Nervioso, desajustaso y de nuevo, con deficiencias en el juego colectivo. Esa fue la presentación bética en el Martín Carpena. Un 10-0 de entrada encendió las alarmas de
Alejandro Martínez, que pidió un tiempo muerto y, casi por primera vez en lo que va temporada, ofreció minutos a los jugadores nacionales, especialmente a
Saúl Blanco, que supo responder. Hasta pasado el 3´ no abrió el marcador bético
Donnie McGrath (10-2). La escasa circulación y nulo dinamismo, unido a innumerables pérdidas y una desarbolada defensa pusieron un 28-17 al término del primer cuarto, donde por el lado verdiblanco solo fue destacable una tímida reacción (2-8) y varias conexiones entre
Oderah Anosike y
Ryan Kelly. La puesta en escena, con solo dos asistencias, una mala selección de tiros y
Nobel Boungou-Colo con cero puntos y desorientado, presagiaba lo peor.
Blanco salió enchufado al segundo acto, mientras
Giorgi Shermadini y Vladimir Golubovic lidiaban su batalla particular en la pintura; e
Iván Cruz sufría para tapar a
Carlos Suárez. El
Betis lo intentó (32-23), aunque con decisiones imprecisas que no inquietaron a los hombres de
Joan Plaza, que pusieron rumbo al descanso con un cómodo 46-32.
En el tercer cuarto quedaron claras las dudas de
Martínez en la dirección del juego, al disponer de
McGrath, Josep Franch y Mikel Úriz. En este tramo, como siempre tarde, comenzó a quitarse el miendo Luke Nelson, que poco pudo hacer para frenar la inspiración malagueña y evitar un nuevo esperpento. Un parcial de 9-1 dejó un 74-52 antes del tirón definitivo.
En el último cuarto,
Kelly decidió echarse el peso del equipo, sabedor de que solo podía recotar distancias. Los verdiblancos volvieron a conceder puntos baratos, mientras un
Nedovic desatado y un
Ray McCallum confiado se gustaban más o más.
Con un 99-71 el
Real Betis estuvo muy cerca de la centena, dejando claro que todavía hay mucho trabajo por hacer, y que la imagen que traslada, después de cuatro jornadas, inquieta.
Unicaja era un reto de envergadura, pero 28 puntos es una renta demasido grande.