El diablo, cuando se aburre, mata moscas con el rabo. Mejor será que el Sevilla no aburra al Manchester United, porque Mourinho es todo un experto en llevar los partidos a su terreno. Espera al rival, con líneas ordenadas y muy juntas.
Destruye juego con su poderío físico y aparenta ser dócil, buscando que el rival se sienta superior, que olvide sus debilidades y exponga para luego desplegar su velocidad y pegada con un tridente afilado que es ideal para jugar replegado y matar a la contra: el ´killer´ es Lukaku, escoltado por Alexis Sánchez -el gran fichaje invernal- y por Martial o Mata; más la aportación de dos laterales reconvertidos que aún tienen presente el desborde y la profundidad de su etapa de extremos.
A priori, los ´Reds Devil´ forman un 1-4-2-3-1, pero la teórica recuperación (está entre algodones) de Ander Herrera brinda a ´Mou´ la oportunidad de apostar en la medular por ese ´trivote´ que tanto le gusta para los partidos fuera de casa. El ex del Athletic, Pogba y Matic garantizan competitividad, lucha, presión, gran solidez defensiva y, además, buena llegada desde atrás.
Claro que eso supondría prescindir de la figura del enganche, un Lingard que brilla cuando tiene libertad de movimientos para asociarse y permutarse con cualquiera de los extremos. Con calidad y fondo de armario (no nota bajas importantes como Phil Jones, Rojo, Fellaini o Ibrahimovic) para llevar la iniciativa, sufre en estático y se siente cómodo contragolpeando. Llega a Nervión con la moral del triunfo sobre el Huddersfield (0-2) en FA Cup; pero sin poder despojarse aún de una crónica irregularidad.