Alberto Gálvez2 min lecturaFinalizada la séptima etapa de un Dakar que ya ha rebasado su ecuador. Y lo ha hecho con polémica y de las buenas, porque un error en el roadbook nada más comenzar la jornada hizo que todos los participantes, salvo Nasser Al Attiyah, se perdieran en su ruta.
No obstante en el kilómetro 158 ya nadie se libró de las 'turbulencias' que tenía esta etapa. Tras ver a varios coches dando vueltas sobre el mismo lugar, al final del día la organización decidió neutralizar los 20 kilómetros de la polémica y ha cambiado por completo los resultados.
Se las prometían muy felices en la llegada a meta Lucas Moraes y Armand Monleón, que fueron los primeros en entrar, así como Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno, si bien con la devolución de los tiempos, la pareja de Toyota se mantenía en cabeza, pero la tripulación española de Dacia bajaba hasta la sexta plaza tras varias recuperaciones, que favorecieron a Al Attiyah.
De no haber habido semejante corrección, el qatarí se hubiese ido a casi una hora del líder, Lategan. Ahora, está a sólo 21 minutos de un sudafricano que no ha tenido su mejor día, ya que no ha acabado entrando entre los diez primeros.
El inicio de la especial se retrasó (por motivos de seguridad), la lluvia hizo acto de presencia y la polémica del roadbook no solo salpicó a las motos. Aunque en esta ocasión la solución fue más sencilla. Nani Roma acabó 19º, mientras que el sueco Touareg finalizó en la segunda plaza, con Mitch Guthrie en la tercera cerrando el podio. Ambos mantienen la esperanza de ser el primer coche recién llegado que sea capaz de conquistar la carrera.
En resumen, Lategan ha tirado por la borda gran parte de su ventaja y su liderato lo conserva por 21 segundos. Y mientras tanto, Nasser avisa: “Ganaré yo, las dunas son las dunas”.