"Si algún equipo está buscando jóvenes promesas... pues aquí hay una", bromeaba Marc Márquez ante las cámaras de DAZN en la previa del Gran Premio de Las Américas de MotoGP. El piloto de Cervera, que estaba ilusionado antes de encarar un circuito que tradicionalmente ha dominado, no quiso lanzar las campanas al vuelo, se mostró cauto con sus posibilidades, admitió que iba a ser ambicioso y habló de su accidente con Pecco Bagnaia en Portimao, en el que ratificó que, para él, no había sido más que un incidente de carrera.
Pero no fue de lo único de lo que habló. Aún queda para que pueda empezar a pensar en la próxima temporada. Ducati, que sería su primera opción de futuro, se dio un tiempo mínimo de cinco o seis carreras para empezar a mirar quien sería el compañero de Bagnaia en el equipo oficial. KTM está viviendo la explosión de Pedro Acosta y tiene a Brad Binder a un gran nivel. Y Maverick Viñales está sacando de su Aprilia más de lo que se podía pensar.
Es pronto para saber lo que pasará la próxima temporada y, por eso, ha sorprendido la renovación de Fabio Quartararo por Yamaha cuando hace apenas unas semanas, el francés daba casi por hecho de que dejaría la marca japonesa la próxima temporada.
Sobre este caso y sobre su futuro en MotoGP habló un Márquez que entiende la elección de Quartararo, aunque desconozca los motivos. "Es difícil opinar desde fuera, porque no sabes exactamente qué le han prometido. Lógicamente, Yamaha está trabajando en un proyecto, está fichando gente y le habrán convencido por ahí, aunque el salario también es una cosa que importa más o menos", señala el piloto catalán.
En este sentido, comparó el caso del francés con el suyo, que renunció a un gran sueldo en Honda para tratar de aspirar a algo con la Ducati satélite. "Estamos en puntos diferentes en la carrera deportiva. Él tiene más tiempo y yo tengo menos. Estaba en un momento más crítico, en el que necesitaba ese cambio y verme otra vez competitivo", afirma Marc Márquez, quien cree que el francés, con Yamaha, "tiene una relación muy buena y el proyecto irá avanzando".
Márquez sabe que pronto tendrá que empezar él también a vislumbrar su futuro. Aunque reconoce que, ahora mismo, está centrado en su adaptación a la Ducati y en ser competitivo en su nueva moto, no puede olvidar que acaba contrato a final de temporada y que habrá varios equipos interesados en el ocho veces campeón del mundo. "No he hablado con nadie sobre mi futuro, estoy centrado en hacerlo bien en pista que es donde más fuerza puedes coger. El primer objetivo, que era el de divertirme ya lo he conseguido, y a partir de ahí, más temprano que tarde, empezaré a hablar con los equipos", reconoce.