La llegada de Marc Márquez a Ducati ha hecho saltar por los aires un Mundial de MotoGP que pese a estar en plena ebullición en pista, con Pecco Bagnaia, el propio Marc y el líder, Jorge Martín, disputando cada punto como si fuera el último, tiene casi más interés en lo que pasa en los despachos. Y en ese lugar es donde se ha fraguado el movimiento que ha acabado con el piloto más laureado en activo a bordo de la mejor moto de la parrilla en 2025, aunque antes de eso queda por ver que es capaz de hacer este año con la GP23.
Marc solo pidió una máquina con las últimas actualizaciones el próximo año, y Ducati, que lo tenía hecho todo para que Jorge Martín cambiara el morado Pramac por el rojo del Lenovo, le ofreció al de Cervera ocupar el lugar del madrileño, pero se negó. Para seguir con los de Borgo Panigale quería esa máquina, pero en Gresini. Eso hizo virar su decisión, mandando a Jorge a Aprilia y convirtiendo al seis veces campeón del mundo de MotoGP en el nuevo compañero de garaje de Pecco Bagnaia.
El problema, es que desde que Ducati llegó a la cima del certamen, se ha caracterizado por una forma de trabajar muy clara, apostando por los pilotos jóvenes, a los que ficha desde Moto2, o incluso antes, y usando su sistema de promoción interna hasta que acaban en lo más alto, por lo que además de ahorrarse mucho dinero, crean un vínculo de lealtad. Este fue el caso de Bagnaia, Martín, o tantos otros, como Aldeguer, al que firmaron este mismo año para que sube desde la categoría intermedia con ellos la próxima campaña. Pero todo eso se ha ido al traste con Márquez.
Al final, el hecho de tener al mejor ha podido más que sus principios, y para conseguirlo le han ofrecido -según apunta Motorpasión-, ser el piloto mejor pagado de la parrilla, con un sueldo de entre 12 y 14 millones por campaña, a falta de saber como acaba el culebrón de los patrocinadores. Esto es más de lo que cobra Pecco, e incluso de la renovación millonaria que firmó recientemente Quartararo en Yamaha, aunque eso sí, está muy lejos de los 25 'kilos' por temporada que se llevaba Marc en Honda. El hecho de recibir más que el campeón de los dos últimos años es llamativo, pero Ducati lo ha hecho con sentido, porque el 93 es el que más vende de todo el motociclismo, y por él les ha merecido la pena llevarse por delante años de una estructura totalmente diferente.