Fernando Alonso ha sido un día más protagonista en el Gran Premio de Australia, después de un fin de semana muy irregular en el que no ha estado bien ni en los libres ni en la clasificación, sobre todo en esta última, en la que se metió de 'sobra' en Q3, pero que en su primer intento de vuelta lanzada se fue a la grava dañando el coche, y tal como dijo en rueda de prensa, su coche era "crítico" de conducir. Sin embargo, quedaba el domingo, su especialidad de toda la vida y donde más beneficio puede sacar, aunque el coche dé para lo que dé, y hoy no ha sido diferente. Una absoluta exhibición que le ha llevado a terminar sexto, pero que se ha visto opacada por una sanción de veinte segundos que le ha relegado a la octava plaza.
No arrancó bien la carrera para él, ya que en la salida perdió la posición con Hamilton, cayendo hasta el undécimo lugar y viéndose obligado a remontar, aunque la estrategia de salir con neumáticos duros y por el lado 'sucio' podría traer esto. El asturiano lo aceptó y empezó la batalla, superando uno a uno a todos los rivales mientras iban entrando a boxes y cuidando los neumáticos, que hoy sí, le duraron. Precisamente gracias a eso pudo aprovecharse de las circunstancias, cuando rodando en cabeza de forma 'virtual', Hamilton se quedó parado, dando lugar a un 'virtual safety car´ que le ahorró trece segundos en su parada en boxes, de la que salió quinto 'real' y a partir de ahí inició la batalla.
Con Checo Pérez y George Russel por detrás, solo le quedaba defender, y lo hizo con mucha pillería. El Red Bull es tan superior que lo atrapó pronto, pero lo dejó pasar y se pegó a él, para que aprovechando su ritmo y el DRS que le cedía Pérez, poner distancia con el Mercedes. Esto le duró hasta la vuelta 40, cuando el mexicano entró a boxes, lo que le dejó una carrera mano a mano en la que gozaba de seis segundos de ventaja. El monoplaza del ala dorada tenía mejores neumáticos y más ritmo, pero el de Oviedo aguantó hasta las últimas vueltas, cuando fue atrapado. Russel se tiró con todo, pero en el último giró perdió el coche y acabó estrellándose contra el muro.
El accidente parecía un lance de carrera, pero Mercedes reclamó a los comisarios, ya que el joven inglés declaró que Fernando había frenado donde no debía para obstaculizarle y eso causó el choque. La FIA tras escuchar a ambos mirar y hacer un 'brake test', decidió que la reclamación era fundada y sancionó al español con 20 segundos, lo que le deja en la octava plaza y permite ganar un puesto a Stroll y Tsunoda.