Golpe de autoridad de España ante Serbia. El baloncesto femenino español también quiere apuntarse a la fiesta de las medallas y, con un triunfo menos claro en el marcador (70-62) que lo que se vio en la pista, se aseguró el primer lugar del grupo más difícil a priori y dependerá de lo que haga mañana Francia para saber si evita a Estados Unidos hasta la final o marcha por su lado del cuadro. En todo caso, su cruce de cuartos de final en estos Juegos Olímpicos de París 2024 debería ser asequible.
Tras ganar dos partidos por un punto y dejar muchas dudas, España necesitaba un triunfo convincente con el que demostrarle a sus rivales que puede ser una opción seria de medalla. Serbia había barrido a China en el duelo anterior y también había ganado a Puerto Rico. Era un rival ideal para medir el nivel y, a tenor de lo visto, éste está para soñar.
El equipo de Miguel Méndez fue mejor en todo e, incluso, se permitió dar minutos a las jugadoras menos habituales, que dieron la cara en el último cuarto ante una Serbia que nunca se rindió y que siempre trató de darlo todo hasta el final, incluso cuando claramente tenían el partido perdido.
El encuentro estuvo igualado hasta el inicio del segundo cuarto. Ahí, España fue poco afianzando rentas que se agrandaron en los últimos instantes para irse al descanso nueve arriba. La sentencia llegaría tras el intermedio, cuando lideradas por las canastas de María Conde y Maite Cazorla, y el juego interior de Queralt Casas ampliaron la diferencia hasta los 17 puntos.
Pese a reservar a algunas de las piezas claves, como Megan Gustafson, España alargó su dominio y se fue por encima de los veinte puntos. Serbia luchaba con todo, pero no podía. Sólo en los cuatro últimos minutos, el equipo balcánico empezó a recortar distancias a base de fe y con una Anderson que se echó a Serbia a la espalda. Eso les permitió cerrar el marcador de forma honrosa e incluso llegaron a ponerse a seis puntos, pero el partido estaba decidido desde mucho antes.
España demostró un alto nivel defensivo y un ataque que, salvo en esos instantes finales, desbordó a las serbias. Bajo los tableros, dominó. Tuvo mejores porcentajes y sus rápidas transiciones recordaron a las de la primera parte ante Puerto Rico, cuando el equipo de Méndez se mostró muy superior. Aunque tal vez la mejor noticia fue el regreso de María Conde, que salió de su lesión por la puerta grande, con 15 puntos en su haber.
Tras entrar en estos Juegos de París sobre la bocina en el Preolímpico y verse encuadradas con dos potencias como China y Serbia, pocos apostaban por este grupo, que ahora mismo, es una de las más serias opciones a medalla de los deportes de equipo españoles.
Serbia (13+15+10+24): Anderson (18), Cadjo (5), Nogic (7), Raca (0), Krajisnik (6) -cinco inicial-, Stankovic (4), Jankovic (6), Katanic (2), Dugalic (7), Djordjevic (7) y Smailbegociv.
España (16+21+18+15): Maite Cazorla (7), María Conde (15), Leo Rodriguez (5), Laura Gil (2), Megan Gustafson (4) -cinco inicial-, Queralt Casas (10), Alba Torrens (7), Vilaró (3) Mariona Ortiz (6), María Araujo (3) y Paula Ginzo (8).
Arbitros: Takaki Kato (JPN), Viola Györgyi (NOR) y Yann Vezo Davidson (MAD). Sin eliminadas.