Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, ellos van a ser dos de los protagonistas de los Juegos Olímpicos de París, lo son ya hagan lo que hagan, en el mundo en general y en España en particular, solo por el hecho de la imagen tan potente que van a proyectar cuando ambos salten a la pista de Roland Garros para disputar juntos el dobles. El mejor tenista español de todos los tiempos junto a su sucesor, vestidos con la rojigualda y luchando por sumar una medalla al medallero. Sobre el papel parece de película, pero en la realidad se complica todo un poco, y por las circunstancias, no son tan optimistas.
El propio Alcaraz fue el encargado de rebajar un poco las expectativas del binomio con el manacorí: "Jugar con él es un sueño, pero no significa que vaya a reflejar un éxito. Todo el mundo piensa que habrá una medalla solo por el nombre, pero es un camino difícil pero ilusionante para mí" De hecho, es consciente de que va a disfrutar "al máximo" el jugar con el ídolo de su infancia, algo que "va a ser una experiencia única". Precisamente por eso va a tratar de adaptarse al dobles "de la mejor forma posible", aunque reconoció que con poco tiempo. "Esperemos que la ilusión vaya avanzando, que podamos jugar muchos partidos. Será un recuerdo que va a quedar grabado".
El murciano sabe que tiene "todo que aprender" de Nadal, una de las leyendas de su deporte, y al que considera "de los más grandes de la historia del tenis y del deporte en general". Lo es por "su manera de competir, de luchar en la pista, de nunca dejarse ir, de luchar cada bola, de no dar ningún punto por perdido, de superar las dificultades y la capacidad de encontrar soluciones a los problemas" por todo eso lo admira, y ahora va a poder luchar codo a codo con él, y en un espacio icónico como las pistas de Roland Garros.
Pese a que viene en un estado de forma inmejorable, habiendo ganado en pocos meses Roland Garros y Wimbledon, y ahora volviendo a las pistas del Bosque de Bolonia, este es un evento distinto, porque "aunque sean las mismas instalaciones se vive de forma diferente" y la sensación de volver a la Philippe Chatrier es "distinta". Además de que son sus primeros JJOO y va a sentir la 'full experience', viviendo en la Villa Olímpica y conviviendo con el resto de la delegación, lo que le da un extra. "No siento que juego individualmente, siento que juego por mis compañeros y por todo el país y eso lo hace especial".