Tenía que conseguir el Sevilla FC el pase a la fase de Grupos de la Champions League. Había tanto en juego que no podía dejarlo escapar.
Y así lo hicieron ver los de Berizzo, que salieron a por todo en los minutos iniciales, pero, según avanzó el tiempo, los nervionenses se fueron desinflando, poniendo en claro peligro la eliminatoria ante los turcos del Basaksehir, que demostraron que no iban de farol.
Se lo pusieron muy complicado a los blanquirrojos, tanto que hasta el minuto 90 Emre subió al máximo las pulsaciones de todo el Ramón Sánchez-Pizjuán, que luego respiró aliviado con el pitido final y el pase en el bolsillo.
Sufrió el Sevilla, sí. Sin embargo, esto no hace más que ver que queda mucho por trabajar: a Berizzo por engrasar y a la dirección deportiva por completar (el plantel). Un sufrimiento que sabrá a gloria cuando vuelva a sonar el himno de la Champions en la 'Bombonera' de Nervión.