La
Navidad es un periodo de solidaridad. La sociedad se une en torno al desamparado en busca de abastecerle de aquello de lo que precisa, para que, al menos, puedan contagiarse de la alegría que se proyecta en estas fechas tan señaladas. El espíritu de la Navidad, en definitiva: regalos, ropa, alimentos... En el deporte, la disputa y las competiciones quedan a un lado para aflorar también esa ayuda al prójimo y aportar su particular grano de arena.
Con la premisa, el club
Triatlón Isbilya-Sloppy Joe´s, se propuso nadar en la piscina
Francisco Tabuenca de San Jerónimo en busca de la mayor cantidad de alimentos posibles para la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla. En concreto, 10.000 metros solidarios que, a base de brazadas altruistas, recaudaran la mayor cantidad posible de comida asociada a la nutrición infantil, así como otros productos no perecederos o necesarios para el cuidado de los niños.
Tras dos semanas de duro trabajo preparatorio, ayer una cifra de aproximadamente noventa triatletistas consiguieron el reto de recaudar cien kilos de alimentos, en las tres horas que duró la prueba deportiva.
"Estamos muy contentos, porque ha sido todo un éxito, ha ido mejor de lo que esperábamos", dijo uno de los organizadores,
Samer Ali-Saad, horas después de que alcanzaran la distancia requerida.
Cada una de las personas que acudieron a participar en esta primera edición del evento debían aportar algún alimento a la causa benéfica, único requisito para concurrir en la carrera grupal natatoria, y podían nadar hasta un máximo de cien metros, para garantizar un mínimo de participación.
Nuevas edicionesAl ser la primera vez que el Isbilya la organizaba, los asistentes han sido miembros del propio equipo y de otros clubes de triatlón, contó
Ali-Saad: "Como ha sido la primera edición de los '10.000 Metros Solidarios', la gente apenas conoce todavía la prueba y no se han acercado a participar personas que no estuvieran inscrita en equipos. Además, el club acaba de cumplir su primer aniversario recientemente".
Tras el entusiasmo que ha generado entre los organizadores rebasar sus propias previsiones, estos se muestran ilusionados de cara a próximas ediciones, en las que aumenten los kilos recaudados y logren la participación de personas ajenas a los círculos propios de la natación, y con el simple afán de ayudar a una causa que la sociedad española, ante la crisis, se ha visto obligada a paliar.