A día de hoy es difícil ser hombre en la natación española, ya que llevan algunos años compitiendo sin apenas éxitos reseñables bajo la extensa sombra de las mujeres.
Antonio Contreras es una de las esperanzas masculinas para darle la vuelta al dominio de las chicas.
Se ha hecho un nombre y un hombre en el Club Náutico, y esta temporada, su primera como absoluto, se estrenará en el
Club Natación Alcalá para intentar conseguir los objetivos que tiene en mente. “El prestigio de la natación masculina está mermado por la superioridad de las chicas, pero creo que ahora viene una buena generación para intentar igualar los éxitos”, comenta.
Preguntado en ese aspecto por actuaciones como las de Edu Solaeche, Markel Alberdi o
Carlos Peralta en el pasado
Europeo, y si son opciones reales de medallas a corto plazo, el sevillano piensa en positivo. “Creo que tienen un nivel alto. Los conozco personalmente y pienso que pueden ser lo primeros en dar el paso”, asegura.
Antonio, gracias a sus padres, aprendió a nadar antes que a hablar. “Con nueve meses ya estaba en un cursillo de natación y todavía no he salido del agua”. Tiene claro que estudiará
fisioterapia para no dejar su relación con el deporte, algo que a veces le han recomendado en su entorno más cercano.
“Apenas me deja tiempo libre. Algún día suelto y ya está. Nadar y estudiar ocupa todo mi tiempo. Algunos amigos no lo entienden, me dicen que no se verían en mi situación, incluso algún que otro profesor me ha llegado a decir que lo deje y me centre en estudiar. Es bastante difícil
compaginar los estudios con la natación, pero yo soy muy cabezota. No lo voy a dejar”.
Como nadador de larga distancia, sus objetivos este año son meterse en las ‘finales A’ del
Campeonato de España para empezar con buen pie en categoría absoluta. “Quiero ir a un
Europeo o a un Mundial con la selección, son mis objetivos a medio plazo. Estuve a un solo puesto de hacerlo porque fui cuarto en el Campeonato de
España y tengo metas altas. Yo no me pongo límites, hay que ir hacia adelante y romper las barreras entrenando más”, dice confiado.
Para los nadadores, hay premios y satisfacción más allá de lo tangible. Las medallas se ven, pero las marcas son la verdadera superación. “Yo prefiero
batir récords y bajar mis marcas a una medalla, al final lo que permanece y lo que yo recuerdo son mis tiempos”.