Que el Villarreal en el mes de noviembre ya lleve tres entrenadores no es algo que muy normal. Al menos en la última década, donde el conjunto castellonense se ha codeado siempre con los más grandes de España. Por eso y aprovechando el parón liguero y la llegada del último técnico, una de las voces más autorizadas ha salido a la palestra para reflexionar y subrayar el problema que sufren este año en el vestuario.
Tras 460 partidos con la elástica amarilla, Manu Trigueros ha concedido una entrevista en el diario As y ha hecho balance de la temporada que llevan hasta ahora. Doce jornadas en las que el rumbo de Europa lo han perdido y desean recuperarlo.
Sobre Marcelino, a quien conoce por los tres años que coincidieron en la primera etapa del técnico en el club, ha resaltado cómo ha encajado el vestuario su llegada: "Yo siempre he dicho que un entrenador tiene que tener mando y apretar al jugador, debe tocarle un poco los huevos… hablando mal. Desde que salió de aquí, lo que le he visto en otros equipos es muy reconocible, es algo que todos conocemos y sabemos. Los que lo hemos tenido ya sabemos cuál es su forma de trabajar, mientras que los que no lo han tenido, ya lo van conociendo".
Sin embargo, el de Talavera de la Reina deja claro quiénes son los verdaderos responsables de este comienzo tan malo: "Un cúmulo de circunstancias. Resultados que no llegan, juego y sensaciones en los partidos no deseados... Es evidente que no lo estamos haciendo bien. Somos el Villarreal, un equipo que viene de lo que viene y que ahora coquetea con la parte de abajo. Si Marcelino es el tercer entrenador en 12 jornadas... las cosas no están yendo bien".
Respecto a Quique Setién y Pacheta, Trigueros no ha podido ser más sincero: "Yo no me he acomodado, no sé los demás. Llevo aquí más de 10 años y nadie me ha regalado nada. Es verdad que con los últimos entrenadores no he tenido un papel protagonista, pero no me he acomodado. Es posible que cuando te pasa eso de no jugar pierdes un poco las ganas, pero yo siempre he intentado ponérselo difícil".
En cuanto al estado físico de la plantilla, está convencido de que este parón lo van a aprovechar: "Es evidente que en muchas situaciones no hemos llegado, no ganábamos los duelos y eso es un síntoma de que nos faltaba esa chispa. Creo que con la llegada de Marcelino vamos a mejorar en eso. Y también en las ideas y conceptos. Sabemos que el trabajo de Marcelino le ha llevado arriba en otros equipos.
Por último, reconoce que ve a la afición ahora mucho más ilusionada que antes: "Tenemos la sensación que a los aficionados sí que les ha generado sensación de alivio e ilusión. Los equipos de Marcelino siempre compiten, en los entrenamientos la gente sale muy enchufada y siempre tienes que estar con el culo prieto para poder estar al nivel".